Ya lo dijo Julio Anguita: "Cuidado con los ensueños de las encuestas". Los sondeos a pie de urna sembraron una esperanza que se disipó media hora después cuando los votos concretos, los de verdad, mostraron la realidad a la confluencia. Los barómetros durante la campaña no se equivocaron y Unidos Podemos tendrá un único representante en el Congreso de los Diputados por Córdoba. Caras largas y resignación se dejaron ver en los alrededores de la Calahorra, lugar elegido por la coalición para seguir el escrutinio. El jiennense Manuel Monereo será la cara visible en la Cámara Baja mientras Antonia Parado, procedente de IU, no consigue escaño.

La cosa ha cambiado poco con respecto al 20 de diciembre. A pesar de las opiniones surgidas durante el preámbulo de los comicios y que apuntaban a una posible pérdida de escaño en Ciudadanos a favor de Unidos Podemos, la cosa se queda tal y como estaba hace seis meses. La resignación era una máxima ayer. El Rey Heredia presenció el conteo de los votos en una televisión instalada en la calle mientras una barra (solidaria) servía bocadillos y bebidas para pasar lo que se intuía como mal trago. En las elecciones fallidas de diciembre, la suma de votos de Podemos e IU arrojaba un total de 106.390 en Córdoba; la extrapolación a los comicios de ayer refleja una pérdida de más de 22.000. Fueron 84.313 cordobeses (con más del 99% escrutado) los que decidieron depositar su confianza en Unidos Podemos, el 19% del total del panorama político cordobés.

Casi a las 00:00, después de escuchar a Pablo Iglesias y justo cuando Teresa Rodríguez terminaba de hablar desde Sevilla, Manuel Monereo y Antonia Parrado, acompañados de Pedro García y David Moscoso, se dirigieron a los presentes (muchos menos que cuando comenzó el recuento). Parrado habló menos de un minuto y fue clara: "Tenemos que seguir hacia delante con la confluencia". El objetivo de la número dos al Congreso es que la unión surgida de la histórica IU y el casi nuevo Podemos continúe hacia delante.

Monereo fue más crítico. Reconoció que lo que queda ahora es un debate "sistemático" e instó a los militantes a "ser humildes, a pegarnos a la gente con modestia". Fiel a un discurso de ideologías y sentencias, el jiennense recordó a los más apenados que aún hay capacidad de avanzar porque "las grandes fuerzas políticas, las que cambian el mundo, se demuestran cuando sufren un retroceso. Somos una fuerza viva".