Que las cosas no iban a ser como esperaban se percibía nada más entrar a la sede del partido del apóstrofe, en la céntrica calle Arcipreste González García. Incluso desde antes de que se cerraran los colegios electorales, ya había movimiento de militantes y simpatizantes en la sede y en el aledaño bar. La cifra se fue incrementando conforme las horas pasaban e iba llegando el tropel de jóvenes apoderados.

El cabeza de lista de Ciudadanos al Congreso de los Diputados, Manuel Repiso, compareció ante los afiliados, simpatizantes y medios de comunicación un poco antes de la medianoche. C's ya advirtió de que Repiso no hablaría hasta que lo hicieran los líderes nacional y regional, Albert Rivera y Juan Marín, respectivamente. Ciudadanos conservó ayer cierto ambiente familiar; de proyecto nuevo que se intenta echar para adelante con mucha fuerza de voluntad. No era, sin embargo, como la primera noche electoral celebrada hace algo más de un año -municipales- en la que Ciudadanos perdía su virginidad y se lanzaba al ruedo a la búsqueda de votos.

Que las cosas no habían resultado según lo deseado, lo decía más el ambiente que las palabras. C's ya va adquiriendo tics de los partidos antiguos y el hermetismo fue total hasta que, respetando el riguroso orden jerárquico de la formación, llegó el turno de las intervenciones de los responsables del partido naranja en Huelva.

El joven Manuel Repiso se ha quedado sin escaño en el Congreso. El consuelo se puede encontrar en que C's mantiene casi la totalidad de los votos que obtuvo en diciembre de 2015 y su descenso no llega al punto. Fueron 28.596 onubenses los que mostraron su preferencia por Ciudadanos.

Dato curioso y también relevante fue la constatación del poder de Albert Rivera como líder del partido. Su intervención, pasadas las 23:30, fue muy aplaudida por los presentes en la sede onubense que la siguieron a través del plasma. No pasó lo mismo cuando le tocó el turno al líder regional, Juan Marín. Solo recibió aplausos cuando éste mencionó a Huelva como ejemplo de una de las dos provincias andaluzas en las que C's no había conseguido representación pero que, igualmente, serían defendidas en Madrid.