Director de Deloitte Andalucía

Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua emerger significa brotar o salir a la superficie, por lo que empresa emergente sería aquella que sobresale o que destaca sobre las demás. Creo de interés esta precisión, pues en mi opinión debemos identificar como empresas emergentes a las que sobresalen o que se diferencian de sus competidoras, que se anticipan, que van un paso por delante, es decir que son innovadoras, y no solamente a las de reciente creación o las de gran crecimiento. Ser innovador es sinónimo de anticipación, por lo que son innovadoras las empresas que se anticipan a las tendencias estructurales de su sector, que saben visualizar las tendencias futuras del mercado, y saben incorporar los avances tecnológicos y productivos con los que puedan atender mejor las necesidades de sus clientes; en otras palabras, innovadoras son las empresas que saben visualizar el futuro y actúan hoy para situarse en ese escenario futuro con ventaja competitiva.

Por consiguiente, emergentes son tanto las empresas de muy reciente creación que saben identificar soluciones novedosas, como las ya existentes que permanentemente se están "reinventando", tal como pone de manifiesto el análisis de distintos grupos andaluces de relieve, caracterizados por haber mantenido siempre una cultura innovadora en su actuación.

Telvent, líder del grupo de tecnologías de la información de Abengoa, ha mantenido una constante expansión internacional y ha anticipado la utilización de esas tecnologías en la gestión de muy diversas actividades: tráfico urbano, aeropuertos, autopistas, redes de distribución de petróleo y gas, etc. Sin embargo, Abengoa ha puesto en venta su participación ante el interés de determinados operadores, demostrando de nuevo un claro sentido de anticipación, al evaluar que esta venta le permitirá aportar más recursos a los negocios de bioenergía, sector en el que es uno de los principales actores mundiales. Abengoa identifica la sostenibilidad como factor clave del futuro de la humanidad.

Tal actitud de anticipación no es exclusiva de los sectores de alta intensidad tecnológica. Así, el Grupo Osborne se diversificó hace más de 25 años, con la incorporación de Sánchez Romero Carvajal y la más reciente de Solán de Cabras, de modo que más de la mitad de sus ingresos provienen ya de alimentación, aguas y zumos, proporcionándole una clara ventaja ante la tendencia del consumo de bebidas alcohólicas resultante de los nuevos hábitos sociales y del entorno de regulación.

Otros ejemplos denotan también ese enfoque de anticipación en sectores tradicionales. Bodegas Barbadillo lanzó hace más de 25 años un vino blanco joven, Castillo de San Diego, en un entorno que no contemplaba esa tipología de vinos sin crianza, y que hoy en día es seguida por todos los operadores. La cordobesa Covap muestra cómo una cooperativa puede promover una transformación de gran calado social y desarrollar una política industrial y de desarrollo de productos y mercado de máximo nivel. El grupo familiar Aceites del Sur ha comprendido la necesidad de tener una dimensión adecuada para operar en un mercado global como el del aceite y la ha alcanzado en los últimos años. El Grupo Ybarra viene manteniendo una clara política de diversificación desde el aceite hacia salsas, vegetales, y platos preparados, además de haber alcanzado una muy consolidada alianza estratégica con Migasa en aras de ampliar su dimensión y, recientemente, ha establecido otra alianza con la firma internacional Heinz. Otro claro ejemplo de anticipación es Hojiblanca, protagonista de numerosas alianzas entre cooperativas olivareras en los últimos 10 años. Igualmente es reseñable el Grupo Cosentino en atención a la innovación mundial que ha supuesto su producto Silestone, su vocación de internacionalización y su posicionamiento en los mercados líderes de Europa y EE UU. Finalmente, especial mención merece en mi opinión Ebro Puleva como ejemplo de reinvención, al haber internacionalizado sus operaciones (más del 60 por ciento de sus ingresos y Ebitda proceden de fuera de España) al desinvertir en el sector de azúcar para focalizarse en el arroz, pastas y leche, y al elevar su gama de productos hacia las meal solutions al objeto de hacer más fácil la vida al consumidor a la vez que obtiene un mayor valor añadido.

Otras empresas con menor recorrido y de sectores no tradicionales son igualmente un ejemplo de éxito al haber anticipado la evolución de sus sectores y mercados. Así, es de destacar Sadiel, fundada hace algo más de 20 años por la Junta de Andalucía para atender las necesidades de informatización de la Administración y empresas andaluzas, y hoy mayoritariamente privada (62,5 por ciento). Sadiel ha venido manteniendo una permanente innovación en sus procesos, con visión orientada hacia el mercado internacional, y es actualmente la sexta compañía española en servicios TI por volumen de ingresos, contando con más de 1.000 empleados y una software factory. Otro ejemplo es AT-4 Wireless, inicialmente pública y hoy mayoritariamente privada, creada para operar en el campo de las telecomunicaciones y capaz de desarrollar tecnologías, prototipos y procesos de certificación para los principales fabricantes internacionales del mercado de las Telecomunicaciones. Otros ejemplos de innovación como seña de identidad son Novasoft y Elimco, que operan en sectores avanzados apoyadas en una clara apuesta por el talento; precisamente la misma base en que se apoya Neocodex, fundada en 2002 y a la vanguardia de la investigación del genoma humano, trabajando en la actualidad con hospitales, gobiernos y laboratorios farmacéuticos a nivel mundial. Estas cinco empresas son ejemplos claros de compañías con una historia no muy larga pero fuertemente posicionadas en sectores considerados emergentes, por ser ellos mismos innovadores. Igualmente hay que reseñar el papel del instrumento publico-privado Corporación Tecnológica de Andalucía, como fomentador de la innovación en nuestras empresas.

En conclusión, vemos que no es posible ser empresa emergente sin ser innovador, que detrás de la innovación hay procesos que deben formar parte de la cultura de las empresas y que aquellas empresas que son innovadoras, con independencia de su recorrido histórico, siempre mantienen una actitud proactiva ante los cambios del entorno, lo que les asegura su pervivencia en el tiempo. En estos momentos de crisis, las empresas innovadoras se adaptarán con mayor rapidez, y lograrán situarse con ventajas competitivas para afrontar este período y estar preparadas para la futura reactivación.