La renuncia del gobierno local a sus competencias sobre ordenación del territorio en el  parque eólico El Barroso, que el teniente de alcaldesa, José Antonio Díaz, atribuye a la Junta de Andalucía, sorprende y mucho, en un gobierno local que hasta ahora se había mostrado muy celoso frente a las injerencias de la Administración autonómica en todo lo relacionado con el urbanismo.

El Consejo Regulador del Vino de Jerez, que ejerce la defensa del patrimonio vitícola milenario del Marco, ha salido al paso de la insistencia de Díaz en negar la mayor al asegurar que las competencias paisajísticas y urbanísticas, en este caso, corresponden a la Junta, por lo que el Ayuntamiento "no puede negarse" a conceder la licencia de obras a un proyecto que se ejecuta dentro del término municipal si tiene el visto bueno de la Junta.

El Ayuntamiento es el último responsable de todo lo que acontece dentro del término municipal, también en lo que al paisaje se refiere, más aún si conculca el interés general, motivo por el que César Saldaña, presidente de la institución jerezana del vino, se pregunta: "¿Cómo es posible que nadie pueda pararlo -el parque eólico El Barroso- si es tan evidente para todo el mundo que no es algo bueno para Jerez?".

Para el responsable del sector vitivinícola, "no deja de ser sorprendente -para mí y supongo que para cualquier ciudadano- que todo el mundo, Ayuntamiento, Junta de Andalucía, vecinos afectados, etc., estén en contra del proyecto; que a todos nos parezca una verdadera barbaridad, y que aun así  siga para adelante".

Saldaña lamenta que las administraciones, tanto el Ayuntamiento como la Junta, escurran el bulto en un asunto que choca frontalmente con los planes de desarrollo enoturístico municipales y que pone en peligro inversiones arraigadas al territorio, así como la actividad económica y el empleo vinculado al vino de Jerez. "Las administraciones se limitan a echarse la culpa la una a la otra, en un auténtico ejercicio de confusión, bastante típico por otra parte", lamenta. 

"El proyecto es un atentado terrible a un paisaje milenario, que además está expresamente protegido" y "el permiso esta concedido se base en un informe paisajístico que es de risa", critica Saldaña, quien llama la atención sobre algunas irregularidades observadas en el proyecto, en concreto, que "se están haciendo obras que no están autorizadas y se está presionando a aquellos viticultores que no desean ver sus propiedades afectadas", frente a lo que "hay incluso denuncias ante la Guardia Civil por los abusos que la compañía promotora -Capital Energy- está cometiendo sobre el terreno".

El delegado municipal de Urbanismo argumenta que el Ayuntamiento no puede negar la licencia porque incurriría en "arbitrariedad y generaría inseguridad jurídica", frente a los que Saldaña alega la situación de "total indefensión" y la "desconsideración para con el Consejo Regulador", por la falta de respuesta a sus requerimientos. En este sentido, expone, "hace ya un mes que hemos solicitado al Ayuntamiento el acta de las inspecciones -de las obras por parte de técnicos municipales- realizadas tras mi intervención en el Pleno municipal... y hasta ahora, no se nos ha contestado".