Entrevistas

"Se informa más de lo que impacta que de lo que importa"

"Se informa más de lo que impacta que de lo que importa"

"Se informa más de lo que impacta que de lo que importa"

-estudió Derecho pero nunca llegó a ejercerlo.

-Inicialmente quería hacer la carrera diplomática y el periodismo vino después. Nunca llegué a ejercer Derecho porque terminé la carrera y me fui a EEUU a estudiar política internacional. Cuando volví empecé a colaborar con la radio y me di cuenta de que prefería el periodismo y dedicarme a la información.

-Su primera corresponsalía fue precisamente en EEUU, con el Gobierno de Ronald Reagan.

-Exacto, en Nueva York.

-¿Cómo ve ese país, al que llegó de joven, con Donald Trump en la Casa Blanca?

-Lo que pasa con Trump es el síntoma de lo que se sembró cuando yo estaba allí en los 80, con la reelección de Reagan. Trump es absolutamente ignorante y representa una práctica política que ha llevado a mucha gente a pasarlo mal, y resulta que esa misma gente es la que lo ha votado. Ha utilizado las redes sociales para difundir mensajes que son propaganda en el mejor de los casos, y mentiras en el peor. Cuando EEUU estornuda, el mundo se resfría.

-¿Qué papel han jugado los medios de comunicación en esta victoria?

-Los medios no han sabido ver lo que estaba pasando. Además, ha habido intereses muy poderosos para insistir en que no lo vieran. Los medios convencionales se han alejado de la función periodística y han estado sujetos a unos intereses completamente ajenos a ella.

-Pero el ciudadano puede acceder a más información que antes, no es tan sencillo manipularlo.

-El ciudadano está cada vez más preparado y la tecnología le da más medios para acceder a la información. Sin embargo, un alto porcentaje de la información que recibe es tóxica. La ciudadanía cree que se interesa por estar informada, pero actúa de forma pasiva, viendo lo que las pantallas le escupen sin hacerse preguntas. En el plano internacional se informa muy mal, sin contextualizar, sin explicar causas y consecuencias. El ciudadano recibe impactos informativos, pero no contenidos.

-¿Esta información tóxica está provocando que haya ciertos mensajes xenófobos o racistas? El caso de Marine Le Pen con los refugiados, por ejemplo.

-Absolutamente. La responsabilidad de los medios es muy importante para crear opinión pública. Si la información no es de calidad y no tiene los elementos de conocimiento, pluralidad, honestidad y responsabilidad provocará que el ciudadano tenga una opinión dañina, nociva e injusta hacia los demás. En el caso de los refugiados, se ha informado tremendamente mal y, en muchas ocasiones, respondiendo a intereses xenófobos, comprando la idea del refugiado como amenaza.

-¿Cómo ve la cobertura que se le está dando al Estado Islámico?

-Se informa más de lo que impacta que de lo que importa. Además se les está dando espacio en los periódicos, en las televisiones y en las redes para que difundan sus mensajes de odio gratuitamente. No protegemos la información auténtica, constratada e indepediente y damos espacio a los mensajes directos del EI. Se emiten los vídeos que producen, claramente ayudados por empresas occidentales y por personas que saben cómo hacerlos. Esto es algo absolutamente intolerable.

-Usted siempre ha defendido los valores de la Unión Europea.

-Porque defiendo los valores universales. Tenemos que darnos cuenta de que el intento de desacreditar, para que el ciudadano no confíe en la UE, responde a unos intereses. A determinados poderes no les interesa que haya ciudadanos que crean en una Europa fuerte y en la defensa de los derechos. Hay muchas cosas que reformar en la UE, pero no hay que eliminarla.

-Pero muchos analistas critican la gestión de la UE en determinados ámbitos.

-Toda la gente que critica debería preguntarse quién lo hace mal, quiénes son los responsables de que las cosas no se hagan como deberían realizarse y pelear para que eso se cambie. Es importante reflexionar sobre el mundo que estamos construyendo, para avanzar. Por ello, tenemos que reclamar una buena educación y exigir una información de calidad.

-Siempre ha defendido esta premisa a lo largo de su carrera pero, si volviera a empezar, ¿dónde le gustaría estar?

-Me parece que lo más importante es el periodismo local, más que el internacional. Lo veo mucho más difícil porque las presiones están a la puerta de casa. Los medios deben fiscalizar y controlar la calidad de las informaciones. Sinceramente, lo que me gustaría es tener espacios para contar lo que ocurre al ciudadano y que tenga una actitud crítica.

-Alcanzar esa meta ha sido el eje de su trayectoria profesional.

-De alguna manera quería trabajar en algo que conectara el mundo exterior, más avanzado en temas de igualdad, por ejemplo, con la España reprimida, opaca y sin derechos de la dictadura. Contar lo que pasaba pero no sólo cerca de casa, sino también lejos y aprender de lo que es diferente porque de lo que es igual no se aprende nada. Tener miedo y rechazar lo que es distinto es un error gravísimo porque las diferencias nos enriquecen y nos aportan.

-¿Destacaría algún acontecimiento de su carrera?

-He sido muy afortunada profesionalmente porque he vivido etapas importantísimas: los años 80 de Reagan, el desplome de la Unión Soviética con Gorbachov, la ascensión de China. Realmente me cuesta decidir un acontecimiento en sí mismo.

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