pedro rodríguez. Periodista y político

"Ningún político quiere mentir, salvo en campaña"

Pedro Rodríguez, durante la entrevista./JOSUÉ CORREA

Pedro Rodríguez, durante la entrevista./JOSUÉ CORREA / josué correa

-¿Cómo se levanta uno sin ser alcalde después de haberlo sido durante veinte años ?

-Pensando en qué vas a hacer, en cómo te vas a reubicar y en cómo vas a emplear todo el tiempo libre que vas a tener.

-Y ¿en qué lo emplea?

-En mi familia, mi mujer, mis nietos, mis hijos... Y en leer, escribir y pensar.

-Esos pensamientos los ha escrito cada día a través de Facebook y ahora los presenta en Buenos días, Huelva.

-Sí. El libro es una selección de los comentarios que comencé a escribir en un medio totalmente desconocido para mi hace seis años, cuando era alcalde en la legislatura anterior.

-Lo de las redes sociales, ¿le sonaría a chino?

-¡Totalmente! Yo no tenía ni idea de Facebook, ni de Twitter ni de internet, pero a mí me dicen entonces que la campaña electoral incorporaba las redes sociales.

-Y tuvo que entrar.

-En las campañas tú haces lo que te dicen...

-¿No han escrito por usted?

-Estaba previsto que alguien escribiera por mí porque yo no iba a tener tiempo. De hecho durante una semana alguien escribió por mí, pero yo no estaba de acuerdo con lo que escribían, y al ser además un profesional del periodismo no acepté que nadie escribiera en mi nombre y usara mi firma. Empecé y no fallé ningún día. Y eso me lleva a destacar dos cosas: la voluntad de hacerlo todos los días y el milagro de encontrar todos los días un tema.

-Seguro que son bien diferentes los buenos días que escribía como alcalde y los que escribe hoy.

-Sí es diferente, sí. Porque de alcalde eran unos buenos días con mucho cuidado. Los líderes tienen que despertar los sentimientos positivos de la gente y para eso tú no puedes ni ser malhablado, ni crítico. Tienes que intentar ser de todos y para ser de todos estás obligado a tener un equilibrio, aunque te pida el cuerpo otra cosa.

-¿Y ahora?

-Ahora no tengo tanto problema. Sigo intentando despertar los sentimientos más positivos de la gente. Ahora la gente me sigue agradeciendo que les ayude a ser feliz.

-Porque mira el lado positivo de la vida.

-Yo me pongo en el pensamiento de la gente y veo la cara humana, la cara positiva de las cosas. Yo sé que todo tiene una parte positiva y otra negativa, pero para despertar los negativos ya hay otros. El que representa a todos, debe ser así, debe despertar lo bueno de cada uno.

-También influirá en que el punto de mira es diferente al que quien mira durante veinte años desde la Alcaldía, ¿no?

-Las cosas las veo como un ciudadano y además desde la experiencia. Ahora, yo, que soy un fanático de la comunicación, veo que hay poca gente que comunique bien en la política. Cuando veo que no se sabe hablar en el ámbito de la política me enfado... Sigo viviendo la política. La sigo muy de cerca.

-¿Cómo ve la política desde el otro lado?

-La política en los últimos cuatro años, tras el 15-M ha cambiado. Ya no te valoran por lo que eres, sino por quién eres, si eres de derechas, de izquierdas, de centro. Esto se ha encanallado. Está demasiado crispada. Hay excesivo enfrentamiento.

- ¿Y cómo se cambia?

-Hace falta escuchar lo que piensa la gente, escuchar activamente. Ahora más que escuchar, se oye y no es lo mismo. Lo importante es la escucha activa, si lo haces, tú puedes analizar la realidad y darle solución a los problemas. Pero ahora muchas veces los políticos en lugar de ser la solución a los problemas son la causa de ellos. Porque están divorciados de la realidad, están como en una urna de cristal. Hablan de lo que no interesa...

-¿Cómo logra alguien que no es político, ni defiende unas siglas subir al gobierno y mantenerse cinco mandatos?

-Ganar cinco veces en una ciudad como Huelva, que tiene corazón de izquierdas, sólo se puede conseguir siendo el alcalde de todos y estando muy cerca de la gente... Haciendo las cosas de verdad, sin teatro.

-¿Y sin mentiras?

-En política se corre el riesgo de mentir. Los políticos somos como una especie de actores; pero el papel se puede hacer un día, o tres, pero nunca veinte años.

-¿Tampoco piadosas?

-Más que mentiras, en política pasa que tú dices que se va a hacer algo que te han dicho que va a hacerse y luego, no se hace, pero a ti te habían dicho que sí. En el fondo, ningún político quiere mentir, yo creo, salvo en las campañas electorales. Aunque en este caso, más que mentir, se ofrece más de lo que se puede dar.

-¿Le entró el síndrome del móvil?

-Se dice que cuando dejas un cargo se echa en falta que no suena el móvil, pero yo me lo figuraba y además me daba igual que no sonara. Con la ayuda de mi mujer, me adapté a la nueva situación en una semana.

-Pero si se le ha olvidado conducir...

-(Risas) Después de veinte años..., la semana que viene voy a recibir clases porque con las rotondas, que precisamente yo hice, ¡ya no sé circular!

-¿Cree en las casualidades?

-No creo en la casualidades. Las cosas siempre tienen una causa. A mí mi salida me llegó en un momento muy importante de mi vida y ahora soy feliz... Y no soy un líder político, pero socialmente tengo un papel. Aunque ahora estoy en pausa.

- ¿Y volverá a la actividad?

-Ahora estoy en pausa.

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