Tras conocerse la convocatoria de elecciones en Euskadi para el 1 de marzo, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, señaló al respecto: "El zapato aprieta, el PNV y su lehendakari están desesperados y, por tanto, han renunciado a lo que es una seña de identidad, que es la singularidad de sus propias elecciones, para hacerlas el mismo día que las elecciones gallegas". Para el dirigente socialista, la fecha de las elecciones es una "estrategia del lehendakari" para que coincida también con su juicio, que empezará el 8 de enero.

El objetivo, señaló Blanco, es "hacerse de nuevo la víctima", aunque esta vez no le va a funcionar a Ibarretxe, sino que "los ciudadanos ya se dan cuenta de que este no es el camino a seguir y por tanto apostarán por el cambio y por el futuro que representa Patxi López". Por su parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, se mostró menos preocupado por la coincidencia de las elecciones gallegas y vascas, porque "eso al PP le viene muy bien porque dice lo mismo en Galicia que en el País Vasco".

"Al PSOE no le va tan bien porque en Galicia dice una cosa y en País Vasco otra", ironizó González Pons, que cree que Ibarretxe ha hecho coincidir los comicios para "aprovechar el rebufo de las gallegas para mejorar la participación en las elecciones vascas". Además, insistió en que los socialistas van a tener "que hacer dos discursos contradictorios en esta campaña", mientras que el PP se presentará de una "manera coherente y coordinada". "A los que creemos en España nunca termina de venirnos mal que las elecciones coincidan", sentenció.

Por último, el presidente de la Xunta gallega, Emilio Pérez Touriño, dijo que "no hay ningún elemento de distorsión" en la coincidencia de las elecciones gallegas y las vascas, ya que su pretensión al escoger la fecha era evitar que los comicios en Galicia coincidieran con otros "generales", como las europeas. "Eso está garantizado en la medida en que no hay coincidencia con otras elecciones de ámbito general", subrayó, destacando que Galicia tiene "su propia agenda y su propio rumbo".