El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, se preguntó cómo habría actuado el tribunal de Schleswig-Holstein (Alemania), el que decidió no entregar a España por rebelión al ex presidente catalán Carles Puigdemont, si el desafío secesionista se hubiera producido en su país.

"No quiero valorar eso como ministro de Asuntos Exteriores, porque es un asunto judicial. Pero me pregunto qué habría decidido el tribunal si hubiera pasado lo mismo en Alemania", asegura el político socialista en una entrevista al diario germano Handelsblatt.

El caso de Puigdemont, a su jucio, demuestra que "aún queda mucho por hacer" en la construcción del espacio judicial europeo. Finalmente, el juez instructor, Pablo Llarena, renunció a pedir la entrega de Puigdemont a Alemania sólo por delito de malversación, como previó el tribunal de Schleswig-Holstein, y retiró la orden europea de detención que había emitido contra él.

Preguntado si ve posible un acuerdo cercano con el Ejecutivo catalán, el jefe de la diplomacia española admitió que "si el problema sigue siendo binario y los separatistas sólo quieren hablar de un referéndum de independencia, las conversaciones van a terminar rápido" porque eso el Gobierno central no lo va a permitir.

El punto medio para un acuerdo entre las dos partes, en opinión de Borrell, es que los catalanes voten un nuevo Estatuto de autonomía. Incluso en ese caso, opinó el ministro de Exteriores que será un proceso largo y, a modo de ejemplo, señaló que a Canadá le llevó 20 años encontrar una solución para Quebec.

Cuestionado a propósito de si espera un otoño político caliente, ante el primer aniversario del referéndum del 1 de octubre -previamente será la Diada (11 de septiembre)- y el inicio de los juicios de los líderes independentistas detenidos, dio por hecho que el independentismo lo utilizará para volver a dar su apoyo a los presos, pero que eso es normal.