España

Ciudadanos consuma su oferta de colaboración

  • PP y Ciudadanos apoyan la prórroga del estado de alarma

Una diputada de Vox pasa por delante del ministro de Interior.

Una diputada de Vox pasa por delante del ministro de Interior. / Mariscal/EFE

La intervención del diputado Edmundo Bal, de Ciudadanos, consuma el giro colaborativo de este partido respecto al Gobierno. "Yo también estoy enfadado, pero eso no es lo que toca", ha manifestado el parlamentario, antes de anunciar el voto favorable de su grupo a la prórroga del estado de alarma. Con un discurso crítico, pero constructivo, el diputado se ha quejado de que Pedro Sánchez hubiese estado 13 días sin hablar con Inés Arrimadas, la líder del partido. "La ideología no mata al virus, los populismos no matan al virus, lo mata la ciencia", ha concluido.

Aunque el líder del PP, Pablo Casado, ha vuelto a competir en dureza con el de Vox, los populares también apoyan el decreto del estado de alarma, con lo que, por encima de los discursos, el Congreso alumbra unas nuevas mayorías, en las que Ciudadanos y el PP son los que salen a rescatar al Gobierno de España. Sus aliados independentistas -ERC, JxCat y Bildu- se han abstenido, como Vox.

Casado ha iniciado su discurso con una cita que ya es célebre, la de Alfredo Pérez Rubalcaba un día después de los atentados del 11-M: "España merece un Gobierno que no le mienta". El líder del PP, en efecto, ha acusado a Pedro Sánchez de mentir a los españoles con las cifras de fallecidos, aunque ha terminado por darle el apoyo a la prórroga. No así a los decretos económicos. El PP ha cambiado su posición después de haber conseguido que el Gobierno vuelva a someterse a las sesiones de control. Ciudadanos también logró que los decretos económicos sean tramitados como proyectos de ley, lo que permite algunas reformas.

Estos movimientos permiten anticipar lo que ocurrirá cuando la próxima semana se abra una negociación para intentar llegar a unos nuevos Pactos de la Moncloa. Los socios independentistas del PSOE los rechazan, no les gusta aquellos acuerdos de 1977 por distintas causas ideológicas, pero, sobre todo, porque alumbraron una Constitución de la que no se sienten partícipes.

En su respuesta, Pedro Sánchez fue muy duro con Pablo Casado. A él le dedicó estas palabras iniciales: "Tienen miedo al acuerdo porque creen que es una muestra de debilidad, cuando es lo contrario, es de fortaleza". Aunque en todo momento le aseguró que mantenía su propuesta de colaboración, llegó a interpelarle con expresiones tales como "no se ponga usted colorado, señor Casado", gestos que no llevan a ningún clima para el diálogo.

  

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