España

García Casquero será el nuevo presidente de la AVT en sustitución de Alcaraz

  • El hasta ahora delegado de la asociación en Madrid obtuvo el apoyo de más del 97% de los asociados de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.

El polémico Francisco José Alcaraz ya tiene sustituto al frente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo después de que hace unos meses anunciara su renuncia a ser reelegido como líder de la Asociación. Alcaraz se despidió de su puesto visiblemente emocionado por las muestras de afecto de los cerca de 200 socios que participaron en una Asamblea general en la que eligieron a una nueva Junta Directiva. García Casquero, que hasta ahora era el delegado de la organización en Madrid, obtuvo el apoyo de más del 97% de los asociados. 

En declaraciones a los periodistas al finalizar la Asamblea, el nuevo presidente de la AVT explicó sus principales objetivos para los dos próximos años, entre los que destacan la atención a las víctimas, la acción judicial y su trabajo en el ámbito internacional. A su juicio, estos deben ser las acciones que marquen el camino de cualquier dirección de la principal asociación de víctimas. 

Casquero recibió el apoyo de su antecesor en el cargo y tomó el relevo crítico con la política antiterrorista del Gobierno socialista, al que acusó de haber mentido "a las víctimas y a los españoles". "Nosotros vamos a estar en contra de cualquiera que quiera llegar a una negociación con los asesinos -argumentó-. Si por continuista entendemos no querer que se ceda a ningún chantaje, entonces la nueva Junta sí es continuista". 

Por su parte, Alcaraz subrayó que los socios han reflejado en la Asamblea que dan "el visto bueno" a la trayectoria de la asociación y apoyan la continuidad de "la línea reivindicativa". El que fue presidente de la AVT durante los últimos cuatro años dejó el cargo visiblemente emocionado y con el apoyo "de los millones de personas que han estado todos estos años al lado de las víctimas del terrorismo" que, según subrayó, está "con creces muy por encima de los disgustos".

Sin embargo, sí reconoció que le hubiera gustado presidir la asociación cuando el país estuviera presidido por un Gobierno "que no negociara con los terroristas". "Para mi hubiera sido más fácil", señaló para rechazar a continuación dar ningún consejo a su sucesor". "No soy persona para dar consejos, creo que los sucesores lo harán, no igual de bien, sino muchísimo mejor si cabe", insistió. 

García Casquero, que hasta ahora ocupaba el cargo de delegado de la AVT en Madrid, fue víctima del atentado perpetrado por ETA en mayo de 1992 con coche bomba contra una patrulla de la Policía Nacional que se dirigía al estadio Vicente Calderón y en el que resultaron heridos siete policías y dos civiles. Desde ese mismo año fue asociado de la organización en la que ha ocupado diferentes cargos. 

La candidatura presentaba además como vicepresidenta a Ángeles Pedraza, cuya hija falleció en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. La secretaria general será Carmen Miranda, la única persona que formaba parte de la anterior Junta Directiva y que repetirá responsabilidad al frente de la AVT. 

Miranda es viuda de Ramón Carlos Navia, capitán de artillería del Ejército de Tierra asesinado en febrero de 1992 en un atentado contra una furgoneta militar en la plaza de la Cruz Verde en Madrid, en el que murieron otras cuatro personas y doce más resultaron heridas. 

Por último, la nueva Junta Directiva se completa por Antonio Muñoz y Manuela Lacharro. Muñoz fue víctima del atentado perpetrado por ETA en agosto de 1998 en Guipúzcoa, donde cinco guardias civiles y un civil resultaron heridos. Por su parte, Lacharro es hermana del guardia civil Antonio Lacharro, fallecido en el atentado perpetrado en 1986 en la Plaza de la República Dominicana de Madrid. 

Durante el turno de ruegos y preguntas, algunos socios intervinieron para manifestar sus discrepancias con la gestión de la Junta Directiva saliente y, sobre todo, con la "falta de transparencia" en la gestión. Y es que Alcaraz anunció su decisión de no presentarse a la reelección una vez que el plazo de presentación de candidaturas estaba cerrado, lo que para algunos socios supuso "una jugada no del todo limpia". Sin embargo, el hasta ahora presidente del colectivo de víctimas defendió que la Asamblea General ha demostrado la "democracia" de una asociación que "cualquiera" puede optar a dirigir. 

Entre las críticas, algunos socios pidieron "otra proyección pública" de las acciones de la asociación y "menos protagonismo" de su presidente. También hubo voces que se interesaron por las acciones judiciales emprendidas por la AVT y reclamaron una mayor implicación en este ámbito. No obstante las críticas fueron minoritarias, y todos los socios coincidieron en defender la normalidad de esta situación y recordaron que las asambleas son precisamente el lugar adecuado para discutir la línea y políticas de la asociación. 

El enfrentamiento de la AVT con la política antiterrorista del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero le llevó a manifestarse hasta ocho veces por las calles de Madrid, congregando a miles de ciudadanos críticos con las políticas del Ejecutivo socialista. Sus principales reivindicaciones giraron en torno a la ilegalización de ANV y PCTV y la exigencia de revocación de la resolución del Congreso que autoriza al Gobierno a dialogar con ETA si se cumplían determinadas condiciones.

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