Parece que los rifirrafes entre el Gobierno y el Partido Popular en materia de Justicia se van limando a favor de alcanzar acuerdos para el mejor funcionamiento de los organismos e instituciones judiciales. Así lo comunicaron ayer tanto el ministro de Justicia en funciones, Mariano Fernández Bermejo, como el líder del PP, Mariano Rajoy.

Bermejo aseguró en rueda de prensa que, caso de que José Luis Rodríguez Zapatero vuelva a confiar en él para repetir al frente del Ministerio, utilizará un "talante constructivo" puesto que no anda "buscando broncas por la vida". En este sentido, afirmó que intentará buscar lo mucho que les une con el PP como "gran partido de la oposición" y que trabajará bajo la idea de "construir con, no contra nadie" y dejar de ser "la bestia negra de la oposición". "No se puede seguir con esas broncas de la legislatura pasada, mi talante no es el de la bronca", sentenció.

Por su parte, Rajoy manifestó una posición similar a la de Bermejo y confesó que su partido está "abierto" a lograr un acuerdo con el PSOE en materia de Justicia para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Constitucional (TC).

Así, tras recoger su acta de diputado en el Congreso, mostró su "disposición total" para alcanzar acuerdos y renovar los órganos judiciales, si los socialistas están dispuestos a no integrar a todas las minorías.

Sin embargo, el líder del primer partido de la oposición avisó de que para culminar estos pactos "no son buenas" las decisiones como la del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, en materia de fiscales en plenas vacaciones de Semana Santa, referentes a que los fiscales "den instrucciones a la Policía Judicial".