El consejero vasco de Justicia , Joseba Azkarraga, señaló ayer, en referencia a la decisión del Tribunal Constitucional y del Supremo de declarar hábil el mes de agosto para decidir sobre la consulta de Ibarretxe y la ilegalización de ANV y EHAK, respectivamente, que "igual les entra el hábito de trabajar".

"Me preocupa -indicó en declaraciones a Efe- lo que puede suponer este exceso de trabajo para la salud de quienes han demostrado hasta el momento que trabajar es su punto débil". "Pero no hay mal que por bien no venga -agregó-. De esta forma, igual les entra el hábito de trabajar y resolver todos los recursos que llevan años esperando una resolución" en el Tribunal Constitucional (TC) y el Tribunal Supremo (TS).

Este Alto Tribunal ha rechazado el recurso de un ex guardia civil que pedía al Estado una indemnización por las lesiones psicológicas sufridas tras un atentado terrorista, en el que falleció un compañero suyo en Galdácano (Vizcaya) en 1991, al considerar que el daño no es imputable a la Administración.

Así lo ha acordado la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS en una sentencia que niega que las secuelas que padece el ex agente "sean imputables a una acción o a un desfallecimiento de los servicios públicos". Rosas Gálvez presentó dicho recurso contra la sentencia de 4 de febrero de 2004 de la Audiencia Nacional que negaba la responsabilidad del Estado sobre sus lesiones psicológicas, que él atribuyó a su destino en el País Vasco y a la incapacidad del Estado para proteger a los ciudadanos ante un ataque terrorista. Los hechos se remontan a la noche de 19 de noviembre de 1991, cuando ETA perpetró un atentado en Galdácano el que fue asesinado un compañero del Instituto Armado con el que el recurrente acababa de cenar.

Mientras tanto, prosigue la investigación del robo de 28 kilogramos de explosivos plásticos y varias decenas de detonadores descubierto el viernes en un depósito de la Seguridad Civil cerca de Lyon (sureste francés), sin que se privilegie una pista específica entre ETA, islamistas o delincuentes comunes.