España

"Juan Pablo II le perdonó, pero Alí Agca siguió con su condena"

  • La ex concejal socialista exige que los etarras cumplan sus penas y arremete contra las negociaciones de Eguiguren

La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua, cree que una relación "tan cercana e intensa" como la mantenida por el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren, con Batasuna, con sus "potenciales asesinos y perseguidores", "tritura cualquier conciencia".

Pagazaurtundua afirmó, en una entrevista con Efe, que no fue "lo más profesional" por parte del Gobierno del PSOE "mandar a negociar" con ETA a "alguien que estaba tan implicado subjetivamente" con el mundo de la izquierda abertzale desde varios años antes.

Opina que el libro que Eguiguren firma junto al periodista Luis Rodríguez Aizpeolea, ETA, las claves de la paz, es "una manera de justificar actuaciones tan complicadas e incoherentes desde el punto de vista anímico, y algo más que discutibles desde el punto de vista político".

"Muchos de los aspectos que Eguiguren negoció van mucho más allá de lo que los partidos políticos pueden hacer", afirma la presidenta de la FVT, cuyo último cargo político lo desempeñó como edil del PSE-EE en el municipio guipuzcoano de Urnieta.

Dice que las revelaciones del presidente de los socialistas vascos le han servido para "encajar piezas de un puzzle político" que no acababa de entender y cuyo origen sitúa en la crisis que llevó a la dimisión de Nicolás Redondo Terreros como secretario general del partido en 2002.

Pagazaurtundua asegura que falta "distancia histórica" para evaluar el proceso que ha llevado a ETA a renunciar a las armas sin hacer un análisis "meramente coyuntural y en el que algunos intenten la autojustificación de los propios hechos cometidos".

Añade que la situación está "sin resolver" y queda una gestión con "muchísimas complicaciones" por delante. Reitera que la petición de "verdad, dignidad, justicia y memoria" que reclaman las víctimas del terrorismo sigue siendo "plenamente necesaria" para hacer frente a la "estrategia de la impunidad" que cree que ETA ha puesto en marcha, "a veces con colaboradores ingenuos". "Intentan embarullarlo todo. Tratan de hacer, de hecho, un nuevo tabú, que es que no se pueda decir la verdad de lo que pasó. Y ante eso hay que mantener la calma y no caer en chantajes morales", advierte.

Hay que evitar también, subraya, que se establezca para las víctimas "un perdón obligatorio". "El perdón es una cuestión privada y el cumplimiento de las penas es una cuestión pública y tasada, porque en España y en las sociedades democráticas no existe el derecho de venganza y la Justicia se administra en nombre de la sociedad. No hay que mezclar los planos. Hay un ejemplo claro: el Papa Juan Pablo II perdonó a Ali Agca, pero este siguió cumpliendo condena", recalca. Para Pagazaurtundua, "lo esencial es el cumplimiento de la pena" e insiste en que "eso no debe variar" por que ETA haya dejado de matar.

"Lo que tienen que hacer es acatar la ley y acogerse a los beneficios penitenciarios que el sistema permite. No somos nosotros lo que tenemos que hacer trampas a las leyes para que ellos estén cómodos", destaca Pagazaurtundua.

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