El conseller de Interior, Miquel Buch, anunció ayer que el comisario Miquel Esquius será el nuevo jefe de los Mossos d'Esquadra y ocupará el cargo vacante desde que el pasado 14 de junio aceptó la renuncia del comisario Ferran López, que se mantuvo al frente de la Policía catalana en la etapa del artículo 155.

Esquius, que ejercía actualmente como comisario jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Territorial, relevará así a Ferran López, quien asumió la jefatura de los Mossos después de la destitución al frente de la Policía catalana, en octubre pasado, del mayor Josep Lluís Trapero, imputado por sedición por la Audiencia Nacional. El nuevo jefe de los Mossos fue promocionado en noviembre pasado como número dos de la Policía autonómica, al frente de la Comisaría Superior de Coordinación Territorial, por el propio Ferran López, después de que éste asumiera la jefatura del cuerpo en sustitución de Trapero.

Buch, que compareció acompañado por el propio comisario Esquius y por el director político de los Mossos, Joan Andreu Martínez, indicó que han optado por el hasta ahora número dos para comandar el cuerpo por motivos de "idoneidad y profesionalidad". "Tiene una dilatada experiencia, conocimiento, ha trabajado en varios campos, tiene un arraigo en distintos territorios (ha ejercido en varias demarcaciones), puede ayudar muchísimo al frente de los Mossos para tirar adelante los retos que nos planteamos", remarcó el conseller.

Esquius, que se graduó en la segunda promoción de Mossos y la primera de tráfico, lleva 33 años en el cuerpo, donde ha ejercido varias responsabilidades y cuenta, según el conseller, con una "dilatada y transversal" experiencia.