Entidades y partidos independentistas en Cataluña presentaron hoy en Barcelona la campaña en la que promoverán el "sí" a la ruptura de la región nororiental con el resto de España en el polémico referéndum que quieren celebrar el 1 de octubre.

Desafiando el rechazo frontal del Gobierno central de Mariano Rajoy, que ve inconstitucional la consulta y asegura que no se producirá, los partidos del Gobierno catalán y otras agrupaciones avanzaron hoy los detalles de la campaña que comenzará el 15 de septiembre.

"Es la más importante de las que se han hecho en el país en los últimos años", aseguró el presidente de la entidad secesionista ANC, Jordi Sànchez, en el acto celebrado en una plaza céntrica de Barcelona.

Los organizadores comenzaron ya a repartir 120.000 banderas -aspiran llegar al millón- en las que se lee "sí" para que los partidarios de la independencia las cuelguen en balcones. Anunciaron además tres grandes actos unitarios en las dos semanas del 15 de septiembre al 1 de octubre, uno de ellos en Barcelona.

También habilitaron una página web que ofrece argumentos a favor de la secesión y la posibilidad de hacer aportes económicos a la campaña. El portal muestra una cuenta atrás que marca los días, horas, minutos y segundos que faltan para el referéndum.

La campaña es impulsada por el PDeCAT, la formación del jefe del Gobierno regional, Carles Puigdemont, y otros partidos como ERC, la CUP, Demòcrates y MES, todos representados en el parlamento local. También por plataformas como ANC, Òmnium o Súmate.

"Será la campaña de nuestra vida", dijo el dirigente de PDeCAT David Bonvehí citado por la agencia local Europa Press. Un portavoz del partido antisistema CUP, Quim Arrufat, consideró que la secesión de España permitirá "dejar de ser súbditos para poder ser ciudadanos".

A pesar de los avances del Gobierno catalán hacia la polémica consulta, Rajoy y su Gobierno insisten en que no tendrá lugar. "Insisto con toda tranquilidad y prudencia que no habrá referéndum el 1 de octubre", repitió el mandatario el miércoles.

La Justicia española sigue dándole la razón: el lunes, el Tribunal Constitucional aceptó por unanimidad un recurso del Gobierno y suspendió de forma cautelar una reforma aprobada por el Parlamento de Cataluña que permitía aprobar de forma urgente las leyes para independizar a la región, dejando al Ejecutivo de Puigdemont prácticamente sin opciones para dar cobertura legal al referéndum.

La convocatoria a la consulta del 1 de octubre marca un nuevo pico en el enfrentamiento político y jurídico que el último lustro fue escalando entre Madrid y Barcelona por los planes independentistas de la región.