Sectores de IU creen que hay que llevar a cabo una remodelación "total" de la dirección y de los métodos de la formación, y hacerlo "a todo correr", según han subrayado algunas fuentes de la ejecutiva, para contrarrestar la fuerza de Podemos, que -temen- puede cortar en seco el vuelo de la coalición. Y urgen a emprender estos cambios porque el año que viene se celebran elecciones municipales, autonómicas y también generales, y algunos dirigentes de IU incluso piensan que "ya es tarde" para poder neutralizar el "terremoto Pablo Iglesias".

Sólo un giro radical en IU para que los electores dejen de verla como una formación del "viejo régimen" puede impedir que se invierta la tendencia de crecimiento sostenido que llevaba IU desde que Cayo Lara se hizo con la dirección hace seis años. Lo primero que hay que hacer es, según señalan, aprobar la celebración de primarias abiertas a los ciudadanos para la elección del candidato a la presidencia del Gobierno, algo que se planteó en la Presidencia federal del fin de semana, cita en la que se hizo evidente el momento revuelto que atraviesa IU tras las europeas del 25 de mayo.

En esa reunión no sólo presentaron su dimisión los dirigentes de IU Ricardo Sixto, como responsable de Comunicación, y Enrique Santiago, de Refundación, sino que también se puso de manifiesto el descontento de algunos sectores de la coalición, como el partido que lidera Gaspar Llamazares, que llevan tiempo reclamando cambios "imprescindibles" como las primarias abiertas o la creación de un "frente amplio" contra el bipartidismo.

Porque si una cosa han dejado claro estos comicios europeos es que hay margen para que la izquierda alternativa siga sumando apoyos, ya que IU ha aumentado sustancialmente su adhesión (de dos a seis eurodiputados) y Podemos, un recién llegado a la escena política, ha irrumpido con cinco escaños. Pero lo que escuece, y mucho, es que lo haya hecho dentro del mismo espacio ideológico que ocupa Izquierda Unida, en el que Podemos se ha hecho un hueco grande -recalcan las mismas fuentes- "aprovechando la ola de desprestigio" de la política y de los partidos.

"Es normal, un chaval joven, con un discurso fresco. No hay color", comentan sobre Pablo Iglesias aunque también advierten de que ese soufflé acabará bajando o eso confían. Pero, de momento, el soufflé está tan arriba que hay encuestas, como la que publica El Periódico de Catalunya, que sitúan al partido de Pablo Iglesias como tercera fuerza política, con 58 escaños. Una posición que consigue a costa del PSOE, que se quedaría con 87-89 diputados, y de IU, que si bien ampliaría su representación al lograr entre 15 y 17 escaños (ahora tiene once) de acuerdo con este sondeo, es incuestionable que de no haber aparecido Podemos, IU era la opción natural para recoger el descontento con los socialistas.

Todas estas cuestiones están ya sobre la mesa y ahora se trata de dar un paso al frente y hacer las reformas que muchos en IU ven necesarias para que otras fuerzas de izquierda recién nacidas no tomen la delantera a una formación que lleva tres décadas bregando en la política. Hay algunos dirigentes como el diputado y coordinador de Economía y Política Global de IU, Alberto Garzón, que no tiene ni treinta años y que parece que está tomando posiciones en esa carrera por la renovación, que aún no ha empezado pero que se reclama insistentemente desde algunos frentes. Y en esta sacudida que ha dado de lleno a IU, Cayo Lara ha negado que exista crisis alguna dentro de la organización aunque, tal como apuntan las mismas fuentes, él y su entorno más cercano ven, por ejemplo, las primarias como un paso "innegable".