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España

Territorio radiactivo

  • Ferraz aborta cualquier fórmula de desbloqueo que suponga un acuerdo del PSC-PSOE con independentistas

El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos.

El secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos. / EFE

Cualquier acuerdo con los independentistas o los comunes para desbloquear el amasijo catalán es territorio radiactivo para el PSOE. Tóxico. En Cataluña comienza a abrirse paso una posible solución al bloqueo institucional que pasaría por un acuerdo de investidura que aúne a ERC, los comunes de Ada Colau y algunos parlamentarios del PDeCAT, una alianza de investidura que debería contra con el apoyo del PSC. Su líder, Miquel Iceta se ha referido a ello, pero sin entrar en los detalles de la aritmética; sí Xavier Domènech, de los comunes: ERC, En Comú y PSC no suman, necesitarían algunos votos del PDeCAT. Se trataría de elegir un Ejecutivo formado por independientes.

Pedro Sánchez recuerda que fue Ada Colau quien echó al PSC de Barcelona

Como condición, los republicanos de ERC deberían renunciar al programa independentista, aparcarían la vía unilateral y se integrarían en un Gobierno que se encargase de sacar a Cataluña del artículo 155. Se le puede llamar frente democrático, vía Tardá o Junqueras, puesto que fue el encarcelado quien propuso esta salida. Pero en Ferraz, sede del PSOE, ha abortado cualquiera de estas soluciones. Y de modo tajante.

El secretario de Organización José Luis Ábalos, descartó ayer cualquier acuerdo con los independentistas, que fue lo que el PSC prometió durante la campaña electoral. Pero el propio secretario general, Pedro Sánchez, fue más claro: cortocircuitó la alianza que pretenden los comunes, por medio de las redes sociales recordó que fueron éstos en noviembre quienes echaron del gobierno municipal de Barcelona a los concejales del PSC. En una pirueta política al calor de la reacción del artículo 155, la alcaldesa Colau rompió con sus socios. Es lo que Pedro Sánchez recuerda ahora.

Ya el martes pasado, cuando Iceta deslizó esta idea, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, lo cortó en seco. La fórmula del Gobierno técnico ya la planteó el ex consejero de economía Andreu Mas-Colell, y ahora toma cuerpo como una de las pocas opciones para que las elecciones catalanas no se repitan en junio. La investidura de un presidente con el apoyo de parlamentarios de un amplio espectro permitiría salir del bloqueo y romper con la dinámica del enfrentamiento de bloques.

Considerado de ese modo, no es una mala salida, coyuntural, débil, pero que permitiría avanzar y, a la vez, reconducir el conflicto por la vía de la Constitución. Y aunque al PSC le guste, el riesgo de abrasión para el PSOE y Pedro Sánchez es abrumador.

Ni ERC ni los parlamentarios del PDeCAT integrados en el grupo de Puigdemont van a sumarse a un acuerdo de este tipo sin más concesiones, y en los siguientes meses se vivirán momentos aún más tensos cuando se abra la vista a los encausados por el Supremo, cuyo juicio se puede saldar con condenas muy largas. El acuerdo evitaría las elecciones, pero sería un campo de minas para Pedro Sánchez, que también se enfrentará en meses a unas elecciones generales.

A Ciudadanos le ha salido muy bien la adopción de una posición firme en contra del separatismo y a favor de la aplicación del 155. El viento corre a favor de Albert Rivera ahora en su carrera nacional, y Sánchez no está dispuesto a encajar una nueva sangría de votos a causa de Cataluña.

Pero sin el PSC, a los comunes no les quedaría otra opción de desbloqueo que aliarse con ERC y la lista de Puigdemont como sustituto de la CUP. Para Pablo Iglesias, esta alianza sería igual de peligrosa que la anterior para Pedro Sánchez. Podemos ha sufrido, como ningún otro partido nacional, la postura que adoptó en Cataluña. Juntos con el PSC se lo pensarían, pero solos, y con los independentistas, igual de abrasador.

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