El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, cree que los gallegos deberán optar el día 21 entre su gobierno, apoyado en un partido "estable" y dedicado a trabajar con el "escaso dinero que hay", y otro de varias fuerzas políticas más preocupadas en "repartirse el dinero" entre ellas.

Así contrapone Feijóo, en una entrevista con Efe, su proyecto, el de un candidato "conocido", frente a una "alianza" de partidos que ahora sólo quieren que el PP no revalide la mayoría absoluta y que si gobiernan someterían toda su actuación a los "pactos en los despachos".

El presidente gallego recordó que la experiencia de los gobiernos bipartitos o tripartitos "no ha dado resultados en ninguna parte de España y menos en plena crisis económica", y pone ejemplos como el tripartito catalán, el bipartito gallego (PSdeG-BNG) o el tripartito vasco.

Por eso considera que el electorado de su comunidad tendrá que elegir si quiere un presidente con un partido "unido" detrás que lo sustenta u opta por "un reparto de consellerías, de presupuestos o de los intereses de los gallegos".

También aseguró Feijóo haber "aprobado" en estos cuatro años de gobierno una asignatura que siguen suspendiendo buena parte de las comunidades, la reducción del déficit público, y ahora se marca como objetivo aprobar otra pendiente, la del paro.

"El reto de esta legislatura ha sido vencer el déficit y el de la siguiente es vencer la crisis", continuó Feijóo.

Además advirtió que en esta campaña electoral es su "obligación" comparar Galicia con el resto de comunidades autónomas, porque la suya, dijo, está a la cabeza en el cumplimiento de los objetivos de déficit y no ha pedido "ni un euro" al Estado de los 50.000 millones puestos a disposición de las comunidades autónomas entre los distintos fondos y planes.

"Creo que las cosas no han salido mal" estos años, dijo Feijóo, quien insiste en que se presenta a la reelección con las "manos limpias", sin haber dejado un "déficit público oculto" y manteniendo los servicios públicos a pesar de que el presupuesto, en cuatro años, descendió de 12.000 a 8.500 millones de euros. El presidente gallego rechazó la tesis que ve los comicios del 21 como un nuevo test al Gobierno de Mariano Rajoy y recordó en este sentido que el examen entre Rajoy y el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, tuvo un resultado "inapelable" y está "zanjado" hasta dentro de tres años.

El suyo, dice, será un test entre él y el candidato del PSdeG, Pachi Vázquez, mientras eludió nombrar al aspirante del Bloque Nacionalista Galego, Francisco Jorquera, y recordó la escisión de los nacionalistas al apuntar que puede haber "dos o tres candidatos" entre ellos.

Sobre la presencia del presidente del Gobierno en la campaña electoral aseguró que el jefe del Ejecutivo "está invitado a su casa todas las veces que quiera" y espera que vaya a Galicia "no una vez, sino varias".

Recordó en este sentido que Rajoy "se pateó" Galicia en 2009 para apoyarle como candidato, aunque entonces no tenía como ahora obligaciones en Europa o citas con jefes de Gobierno como la canciller alemana, Angela Merkel y otros.

Insistió en que son sus políticas, y no las del Gobierno de Rajoy, las que se someten al juicio de los votantes, y en cualquier caso señaló que la situación del país no se debe a los primeros ocho meses del Gobierno del PP, sino a los ocho años anteriores en los que José Luis Rodríguez Zapatero estuvo en La Moncloa.

A la cita con las urnas del próximo 21 de octubre concurrirán también, auguró Feijóo, "grupúsculos" cuyas siglas no menciona, y sobre la candidatura de Mario Conde niega que haya un sector del PP orensano que esté apoyando al ex presidente del Banco Banesto.