Los malos resultados electorales han abierto un periodo de reflexión en IU, cuya Presidencia Federal se reunió ayer para decidir quién se encargará de la economía, las finanzas, la administración, la comunicación y la preparación de la próxima asamblea en la que se renovará a la Dirección de la federación. Con 43 votos a favor, 2 en contra y 5 abstenciones, se optó por encargar esas labores a una Comisión unitaria. Si bien su peso es menor que en otras legislaturas, el voto de la formación en la sesión de investidura de la que saldrá el nuevo presidente del Gobierno podría ser decisivo. El coordinador general, Gaspar Llamazares, explicó que aún no se ha decidido, aunque advirtió que si el candidato socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, decide pactar con los nacionalistas, el voto de IU "será crítico".

Además de acordar la solución de la Comisión, la Presidencia Federal, en la que están representadas todas las federaciones y las distintas sensibilidades de la organización, acordó la restitución en sus puestos en la Comisión Permanente de los tres representantes del sector crítico: Felipe Alcaraz (Relaciones Políticas), Willy Meyer (Relaciones Internacionales) y Manuel Monereo (responsable adjunto a Programas y Áreas).

Llamazares subrayó que IU "ha recibido el mensaje del resultado adverso, y lo hace con un alto grado de unidad, con voluntad de cambio". El líder izquierdista se refirió a la creación de la Comisión que se encargará de organizar la próxima asamblea, a la que calificó como "un órgano unitario y de confianza" que "no tiene nada que ver con una comisión de gestión política, que sigue estando en manos de los órganos de Dirección de IU".