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Grupo C: Rumanía

Cenicienta, pero...

  • La selección de los cárpatos, la convidada de piedra de un grupo temible, vuelve a la Eurocopa ocho años después consciente del nivel de sus rivales pero avalada por su buen papel en la fase de clasificación y en busca de la sucesión a la generación de Hagi.

Sí, hay un cuarto equipo en el grupo de la muerte. Precisamente, la campeona del Grupo G en la previa, donde superó a Holanda, que le acompañará en la fase inicial. Poco se puede apostar conviviendo con los neerlandeses, Italia y Francia, pero sería un error observar a Rumanía como un rival fácil.

Su mayor hito llegó en la Eurocopa de 2000, cuando alcanzó los cuartos de final. Curiosamente, eliminando a Alemania y a Inglaterra y dando la sorpresa con Portugal. La generación actual ha experimentado una profunda renovación desde entonces. Frente a la historia de sus competidores, los rumanos aportan una estadística de equipo solvente. Sólo perdió un encuentro durante la clasificación (en Bulgaria, con el pase ya en el bolsillo) y exhibió un fútbol muy ofensivo y una defensa con clara vocación atacante.

Históricamente los logros de la selección de los cárpatos han ido fluctuando según las camadas de Steaua, Dinamo y Rapid de Bucarest, sus grandes nutrientes. La hegemonía en la liga rumana ha comenzado a ceder (prueba de ello es que este año el campeón ha sido el CFR Cluj, de Transilvania) y ello ha repercutido en el combinado nacional. La cohesión de antiguas sagas, como la delMundial del 94 con Hagi, Popescu, Raducioiu o Dumitrescu, ha dado paso a una evolución que aporta una nueva versión: los jugadores destacados del técnico, Victor Piturca, militan en equipos punteros de las grandes Ligas. Chivu se ha proclamado campeón de Liga con el Inter de Milán; los goles y la zurda de Adrian Mutu han llevado a la Fiorentina a la Liga de Campeones casi diez años después; Cosmin Contra llegó lejos en tres competiciones con el Getafe y Tamas y Niculae, ambos con el Auxerre, así como Marica, en el Stuttgart, se movieron por la zona noble de otras de las ligas más potentes del viejo continente.

La apuesta de Piturca

La lista final del seleccionador de la tricolor, en la cual el descartado fue el delantero Florian Bratu, incorpora a muchos futbolistas con gol. Llama la atención la aportación de la defensa en esta faceta. Chivu y Goian aportan altas prestaciones a balón parado, el primero tanto en la ejecución como en el remate, y el segundo merced a su poderío físico. No obstante, está por ver si Piturca apostará por el neroazzuro como defensa o medio centro. Los laterales titulares, Contra y Rat, poseen un marcado talante atacante.

Nicolita, Dico y Codrea mantienen ese nivel (Rumanía acabó la fase de clasificación con más de dos goles de media por encuentro) en la medular. Cocis es de los futbolistas más rápidos de los centroeuropeos, si bien todo apunta a que deberá aguardar su ocasión como revulsivo en las segundas partes.

La dinamita termina de estallar en la línea más avanzada, donde Mutu y Marica están llamados a hacer ruido. El primero ha alcanzado la madurez en la Fiorentina (tiene 29 años), mientras el segundo, que desde joven despuntó por su calidad y despertó el interés de equipos como el Barcelona, ha mejorado gracias a la competitividad a la que obligan las zagas de la Bundesliga. Tanto Francia, como Italia y Holanda cuentan con una defensa de alta media de edad, algo que puede venirle muy bien al delantero del Stuttgart.

Contra la bisoñez

Seguramente el mayor órdago para el técnico rumano será que no se note la falta de experiencia de muchos de sus jugadores frente a la que atesoran las otras selecciones en su grupo. Mantener la solidez de la fase previa será el mejor argumento para ello. La empresa dará comienzo en Zúrich ante la campeona del mundo. En ese instante igual muchos empiezan a descubrir que el Grupo C tenía un motivo más para ser considerado el de la muerte.

La estrella: Mutu

Tanto él como Chivu tiran del grupo, pero este año el delantero de la Fiorentina ha alcanzado la serenidad que se le demandaba. Al fin ha asumido el peso de ser el legado de Hagi (suma 27 goles en 58 internacionalidades) y ha dejado atrás continuos escándalos personales para volver a la Liga de Campeones. Su capacidad para dejarse caer en bandas y su sociedad con Marica darán que hablar.

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