Pocos pueden pronunciar bien su nombre, pero ya está en boca de todos: en tiempo récord y a fuerza de sus goles en Austria-Suiza 2008, el ruso Roman Anatolevich Pavlyuchenko pasó de ser un casi desconocido a un artillero temible en el concierto europeo.

El delantero del Spartak Moscú ya festejó tres veces en la actual Eurocopa, al igual que el alemán Lukas Podolski y el suizo Hakan Yakin, y sólo es superado en la tabla de artilleros por David Villa, a quien tendrá nuevamente como rival en Viena el jueves, cuando rusos y españoles diriman un cupo en la final del certamen.

El "primer round" del duelo entre goleadores fue netamente favorable a Villa, autor de un "hat trick" en la victoria de España sobre Rusia por 4-1, en su partido debut en el Grupo D. Ese día en Innsbruck, Pavlyuchenko marcó el gol del honor ruso.

Pero ahora el ruso de 26 años y 1,88 metros pretende que la historia sea distinta, para él y para su equipo. De hecho, mucho cambió para el equipo dirigido por Guus Hiddink desde aquel traspié: enhebró tres triunfos consecutivos, en el último de los cuales, ante Holanda, Pavlyuchenko abrió el camino hacia una espectacular victoria, así como lo había hecho en el cotejo precedente, frente a Suecia.

"El rubio de pelo largo también me ha gustado mucho", elogió a Pavlyuchenko el entrenador del Real Madrid, Bernd Schuster, al ser consultado sobre qué pensaba de la principal estrella rusa, Andrei Arshavin.

Para el entrenador alemán, el fútbol ruso es pródigo en delanteros "con buena técnica, fuertes e increíblemente veloces", que fuera del ámbito de su país no son conocidos. Si bien Schuster no dijo que desee llevarse a Pavlyuchenko al Madrid, las versiones de que clubes de España, Italia e Inglaterra han posado sus ojos en él, al igual que en su compañero Arshavin, son cada vez más fuertes.

Aunque la "explosión" de Pavlyuchenko en el fútbol puede considerarse un tanto tardía debido a su edad, en realidad el delantero moscovita no era del todo desconocido en el continente, ya que fue el principal responsable de que Inglaterra se quedara afuera en la fase de clasificación, debido a su doblete en apenas cuatros minutos en la victoria rusa por 2-1, el 17 de octubre pasado.

Tras aquella noche de gloria, a Pavlyuchenko la repentina fama se le subió a la cabeza, y comenzó a aparecer, sonriente, en todo tipo de publicaciones locales. Según la prensa rusa, fue Hiddink quien le hizo sentar cabeza nuevamente, el mismo entrenador que cuando al principio del torneo todo el mundo le preguntaba si no estaba preocupado por la baja por lesión de Pavel Pogrebnyak, sonreía y respondía: "Tenemos varias otras alternativas de ataque".

El holandés tuvo razón, y ahora es España la que se preocupa por que la racha de Pavlyuchenko, y de Rusia, tenga su fin el jueves.