Bajo la lluvia Grecia se prepara para la Eurocopa sin prestar atención a los comentarios externos y al pesimismo que llega desde Atenas. Lo hace con seriedad, sin sonrisas, como cualquier otra de las selecciones que pelean por lograr el título de campeón de Europa.

El hecho de ser campeones no ha minado lo más mínimo las ansias de ganar de los helenos, que se preparan en la localidad austriaca de Seekirchen, cerca de Salzburgo. Están motivados por demostrar que el título de Portugal 2004 no fue una casualidad, como apuntan todos los que les recuerdan que no fueron capaces de estar en el Mundial de Alemania 2006.

Grecia ya fue capaz de liderar su grupo de clasificación camino de Austria/Suiza. Sumó 31 puntos, más que ningún otro equipo del continente. Y nadie dentro del equipo discute al hosco y excéntrico técnico que los instaló en el Olimpo del fútbol, el alemán de 69 años Otto Rehhagel.

“Llevamos trabajando con este técnico desde 2001”, dijo el veterano defensa Traianos Dellas, uno de los jefes del equipo y prolongación de Rehhagel en la cancha. “Los últimos siete años ha estado haciendo las cosas de la misma manera. Comenzó haciéndolas de una manera, continuó así y siempre hará lo mismo”, dijo sobre la coherencia del alemán.

“Todos fuertes atrás, un jugador molestando al director de juego rival y arriba en algún momento llegará un gol”, refleja la prensa helena.

Dellas disfruta del orden defensivo implantado por Rehhagel, que tantos éxitos le ha dado y con el que se presentará otra vez en el debut de la Eurocopa el día 10 ante Suecia. En siete de los 12 partidos de clasificación, Grecia mantuvo su puerta a cero.

“Somos fuertes físicamente, pero no jugamos sucio”, dijo ayer el delantero del Celtic Glasgow Georgios Samaras.

El plan de Rehhagel, algo anticuado según los críticos, le ha funcionado a lo largo de su carrera, ganando también dos Bundesligas alemanas con el Werder Bremen y con el Kaiserslautern, al que llevó de la segunda división a la Liga de Campeones en sólo un año.

Todos están detrás de él y Rehakles también se siente a gusto en Grecia. No quiere ir a su país y retirarse, sino que ya prolongó contrato para seguir en el equipo hasta el Mundial de Suráfrica 2010. Pero primero debe defender el título logrado en Lisboa hace cuatro años. En Atenas y el resto del país ya está todo preparado para volver a revivir la fiebre de hace cuatro años. Más de la mitad de los fans no vivirán la Eurocopa en el salón de su casa, sino en la calle y a través de las pantallas gigantes.

“Somos de nuevo favoritos al título”, dijo sin complejos el portero Nikopolidis. “Pero también somos realistas”, agregó. “Somos campeones de Europa, pero sabemos que nadie nunca repitió título”, señaló por su parte el centrocampista Georgios Karagounis.

“Pasar la primera fase sería ya un éxito”, escribió ayer el diario griego Ta Nea.

Contemplando el entrenamiento heleno se puede observar cómo cada jugador sabe perfectamente su trabajo, y lejos de un relajado disfrute de los laureles logrados, reina un ambiente de máxima concentración, pensando más allá de la fase de grupos.

Después de dar descanso a algunos de sus hombres, Rehhagel puso ayer a trabajar a todo el grupo. Su creador de juego, Giorgios Karagounis, que sufría una inflamación en su rodilla derecha, se incorporó plenamente al programa del equipo, dijo el portavoz de la selección, después de dos entrenamientos a puerta cerrada en la localidad de Seekirchen.