TENSIÓN en el ambiente fue lo que se vivió el martes en la fiesta de Pepe García Tejada cuando Gabriela Ostos salió a bailar a la pista ante la mirada de un padre que, por las distancias familiares conocidas por todos, no se decidió a saludarla. Ésta, acompañada ayer de Aurora Gaviño, reivindicaba el que su pequeña Sol -nieta de Jaime Ostos- tuviera oportunidad de conocer a su abuelo durante estos días que el diestro pasa aquí, aunque mucho me temo que, al final, dicho encuentro no se terminará de producir… de momento.

Por cierto que, a propósito de maestros de los ruedos, me contaba por teléfono Carmen Tello que Curro está bastante recuperado del bache de salud que acaba de pasar y que, sin intención de pisar el real este año, ultima los preparativos de la boda de su niña a finales de junio. Con la clara intención de atender a todos los medios de comunicación, la familia, en el que es un claro gesto de generosidad, no piensa en exclusiva ninguna sino, más bien, en ofrecer, gratis total, algunas de las fotos del enlace a aquellos interesados en publicarlo. Un noble gesto acorde a tan nobles personajes.

En esta misma línea -de la estirpe de Romero-, me contaba una amiga lo bien que se lo pasó en la reunión que, el miércoles por la noche, compartió, entre otros, con la hija del Faraón de Camas y de Concha Márquez Piquer, Conchín, y el cantante Juan Peña, ya de regreso en Jerez para preparar allí novedades de su próximo disco. Una inolvidable cita en la que, entre mariscadas y Don Perignon, se olvidó, por unas horas, la triste crisis que nos asola. Al fin y al cabo… "¿quién dijo pena?".

Hablando de música, me pareció encantadora Erika Leyva, la concursante de la primera edición de Se llama copla. La linense acaba de sacar su primer álbum, Grande, muy grande, y se siente emocionada por un lanzamiento que mezcla, a partes casi iguales, coplas con nuevos temas de Francisco Carmona, junto al que acudió a ese programa de Giralda Televisión, Como esta Feria ninguna, donde, sin que suene vanidoso, estamos recibiendo a lo mejor de lo mejor. Y ahí, en la misma mesa de Juan Robles y su mujer, Paquita, y Nuria Cobo, la artista interpretó, a capela, Siento frío, una desgarradora historia de desamor que hasta llegó a emocionarle. Por su parte, Juan, a sus 76 años, demostró el acierto que ha tenido nuestro Ayuntamiento en entregarle una de las próximas medallas de la ciudad que, cómo no, le provoca un orgullo especial. Dedicado a la hostelería desde su más tierna juventud, Robles es el artífice de un sello propio que traspasa fronteras y que los suyos han continuado haciendo de su firma un sello de garantía. Eso sin perder ni un ápice de una humildad la cual, ante tantos falsos dioses que se creen todo sin ser nada, es un regalo para todos los que tenemos oportunidad de compartirla.

En cuanto a la mencionada Nuria Cobo, la joven zapatera más chic de Sevilla, destacar el blog de moda que acaba de crear para analizar no sólo estilismos sino, más allá, todo aquello que capta la atención de su inteligente mirada. Vestida por Ángeles Verano, esta guapa sevillana reivindica el uso de zapatos de tacón, y tacón bastante alto, para acudir a la Feria porque, aunque, como dice el refrán, "para presumir, hay que sufrir", sus hormas hacen compatible la comodidad y la elegancia. En este sentido, descubrí muy guapetón a Hugo Salazar, quien, a punto de comenzar sus conciertos de primavera-verano, afronta con ilusión un mercado discográfico que, con tantas descargas y ventas ilegales, no hace sino dejar cadáveres a su camino.

Por el recinto ferial ayer se dejaron ver César Cadaval, de Los Morancos, y la ex mujer del torero Rafi Camino, Natalia Álvarez, entre otros.

Más allá, todo el mundo espera con impaciencia la llegada de Nieves Álvarez hoy para una convocatoria nocturna en el consulado de Italia y, a pesar de que, en la nota de prensa recibida, también se anuncia a otras vips como Carmen Lomana o Ágatha Ruiz de la Prada, según he confirmado con ambas, éstas no tienen prevista esta comparecencia. Sea como sea, el glamour y el gancho de la modelo ya es una garantía de éxito allá donde aparezca con lo que, aunque sea fuera del real, no le fallaremos. Ella, grande, sí lo merece… otras, mediocres, no.