Crítica 'Quatretondeta'

Fábula de amor y muerte

quatretondeta. Sección Oficial. España, 2015. Dirección y guión: Pol Rodríguez. Intérpretes: José Sacristán, Laia Marull, Sergi López, Julián Villagrán.

Es Quatretondeta una cinta imperfecta, puede, con ligeros problemas de estructura y algún pasaje prescindible, pero se trata, muy al contrario de lo que pueda parecer por ello, del tipo de película que debiera ser prioridad en cualquier sección oficial de un festival: diferente, fresca y con cierto punto de riesgo.

Tomás (José Sacristán) pretende enterrar el cuerpo de su esposa, recién fallecida en el pueblo donde ambos vivían; pero la familia de la difunta reclama los derechos para llevárselo a París, donde reside su hija Dora (Laia Marull), que vuelve unos días al lugar donde creció para realizar los trámites burocráticos. Ante la negativa de Iñaki (Julián Villagrán), encargado de la funeraria, a entregarle el cuerpo a Tomás, éste optará por robarlo, iniciando una disparatada persecución.

Narra el debutante Pol Rodríguez -curtido por otro lado como ayudante de dirección en un sinfín de títulos- esta historia en clave de verdadera comedia negra, que no duda en llevar al humor la muerte y las relaciones humanas tejidas en torno a ella, ni en recurrir a la mezcla de géneros durante su transcurso. Con el peso llevado casi íntegramente por Sacristán, alrededor luce enormemente un reparto más que atinado: es difícil contener la carcajada en las secuencias participadas por Villagrán; así como se agradece la presencia en pantalla de Laia Marull, que por un lado defiende el personaje más enigmático de la cinta y, al mismo tiempo, como personaje foráneo, es la guía de los descubrimientos del espectador.

El último tramo prácticamente adopta tono de fábula para cerrar un guión por lo demás bastante redondo, aunque es ahí cuando, al resolver, surgen preguntas sobre el debido peso de algunas subtramas (en concreto, la llevada por el campesino Genovés, interpretado Sergi López). Pero estas dudas no resultan óbice en ningún caso para aplaudir el debut más que solvente de Rodríguez.

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