Felipe VI esutvo acompañado de sus padres, don Juan Carlos y doña Sofía en la misa de Domingo de Resurrección en la catedral de Palma, momento del primer posado del año de la familia del Rey. Don Felipe, con doña Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, llegó al volante de su vehículo, en su cuarta celebración de Pascua como Rey, consolidando una tradición de la familia, que habitualmente pasa en Semana Santa unos días de descanso en su residencia de Marivent. Don Juan Carlos no acudía a la misa palmesana desde la Semana Santa de 2014, año en el que abdicó, y llegó a la plaza en un coche oficial junto a su esposa. La presencia de los Reyes ha vuelto a originar gran expectación entre los turistas, nacionales y extranjeros, que cada año llenan las calles de la capital balear y que junto a cientos de residentes en la isla han ofrecido una calurosa bienvenida a la familia a su entrada al templo mallorquín, con aplausos y gritos de "Viva el Rey" y "Viva España".

Los Reyes fueron recibidos a la entrada del templo por el obispo de Mallorca, la delegada del Gobierno en las Islas Baleares, María Salom, y por miembros del cabildo catedralicio. Antes de asistir al oficio religioso posaron ante un numeroso grupo de cámaras.

A diferencia de otros años dentro de la catedral también se ha escuchado vivas al monarca a cargo de los feligreses cuando los Reyes recorrían el pasillo principal.

Tras la misa de Resurrección los miembros de la familia del Rey han vuelto a pararse un momento para atender la demanda de los medios gráficos y se han acercado al público congregado para saludar y han vuelto a ser aplaudidos profusamente. La princesa de Asturias recibió una fotografía de una de las asistentes, entre las muestras de aprecio a las jóvenes que protagonizaron las desenfadas imágenes distribuidas en Navidad sobre la vida cotidiana en la Zarzuela.

En la estancia de vacaciones en Palma la reina Sofía presidió el pasado Lunes Santo el concierto en la seo mallorquina a beneficio de Proyecto Hombre y el viernes se la pudo ver por las calles de Palma con su hermana, la princesa Irene de Grecia, siguiendo las procesiones de la capital balear. La misa de ayer coincidúa con los 25 años del fallecimiento de don Juan de Borbón, abuelo de Felipe VI.