Custo Dalmau es la cara más visible de la firma Custo Barcelona, que acaba de presentar en la 080 Barcelona Fashion su colección de primavera-verano 2015, un preludio del desfile de septiembre de Nueva York: "así podemos enseñar a nuestros seguidores en nuestro territorio nuestro último trabajo y, además, nos permite ajustar la colección para que el lenguaje final de la colección sea el que queremos dar". La firma busca una progresiva sofisticación, pero sin perder de vista sus señas de identidad y, por supuesto, la importancia que tiene una buena estrategia de marketing.

-En líneas generales, ¿cómo describiría la colección para la próxima primavera-verano?

-Es una colección con una carga muy visual y es muy difícil describir la visualidad con palabras, de modo que lo que queremos es que sea el público quien la defina a través de las sensaciones que recibe.

-Aun así seguro que ha seguido una línea clave.

-Sí, el objetivo es enseñar piel en mujeres, mucha pierna sobre todo, y también mucho cuerpo. Hay mucha ropa, pero al final ésta deja ver mucha piel y, por supuesto, siempre con color, con mucho color y carga gráfica. Pero todo muy refinado, porque nosotros estamos tratando de hacer un giro de nuestro ADN hacia el refinamiento, hacia la sofisticación, algo más chic.

-Custo es una de las firmas internacionales más reconocidas, pero a pesar de encontrarse en muchísimos países en el mundo, debe haber un 'mercado natural', un perfil que se sienta más cómodo e identificado con lo que significa la marca.

-Nuestro ADN es muy marcado y tal vez no todo el mundo se siente cómodo con él; el color tienes que llevarlo con naturalidad y es lo que somos nosotros: somos un proyecto que sabemos que no es para todo el mundo porque te tienes que sentir cómodo. Por eso nuestro perfil objetivo son personas a las que les gusta expresar su individualidad, que huyen un poco de las imposiciones de la moda y personas que mantienen un espíritu joven a pesar de la edad real que puedan tener, porque puedes ser joven a los ochenta años o viejo a los veinte.

-Precisamente por huir un poco de esas imposiciones de la moda y por tener un proyecto tan claro, ¿ha sentido que en algún momento ha ido en contra del mercado?

-No, nosotros nos hemos sentido genuinos desde el principio. Este fue el proyecto y el concepto por el que apostamos y hemos sido muy fieles a nuestra filosofía y hemos sido capaces de mantenerla durante los treinta y cuatro años que llevamos trabajando.

-¿Cuesta mantener la originalidad y las expectativas del público temporada tras temporada?

-Cuesta, pero es un trabajo como cualquier otro. Todos los trabajos, si quieres hacerlos bien, requieren de mucho esfuerzo y dedicación y eso es lo que estamos haciendo nosotros.

-También puede resultar un tanto irónico, por llamarlo de algún modo, hablar actualmente de originalidad cuando las copias y los plagios en moda están a la orden del día.

-Puede, pero al fin y al cabo, las moscas no te van a impedir disfrutar del verano.

-Hoy día qué prima más en moda, ¿un buen diseño o una buena estrategia de marketing?

-Lamentablemente para nosotros, que somos creativos, creo que la estrategia. Cuando empezamos nosotros en este trabajo la estrategia no pintaba nada y ahora lo pinta todo; hace treinta y cuatro años si no eras creativo te decían "estás equivocado", pero ahora es todo lo contrario: puedes ser muy creativo, pero si no tienes la buena estrategia, quédate en casa.

-¿Y qué estrategia sigue Custo?

-La estrategia del mercado, la de la logística, la de ser capaces de hacer las cosas a la velocidad que pide el mercado.