En plena celebración del Festival de Cine de Venecia, la ciudad italiana recibe la visita de turistas y profesionales del cine a diario y acapara el interés de todos los medios de comunicación internacionales. En este trasiego de presentaciones, eventos y encuentros entre directores, actores o productoras existe otro foco de interés lejos de los flashes y que este año hace a sus visitantes parar en algunos de los puentes que cruzan los canales donde los gondoleros portan a otros muchos turistas. Este nuevo interés no es otro que Alex Hai. Este gondolero, con más de 20 años de profesión a sus espaldas, fue conocido a principios de los años 90 como la primera gondolera mujer.

Tras años de luchas e insultos en el ejercicio de su profesión, ha conseguido el reconocimiento de toda una ciudad y de sus visitantes. 1.000 años de tradición rota por una mujer que fue la primera en coger los remos de una góndola, razón por la cual su nombre empezó a resonar en todo el mundo. Pero lo de ser la primera mujer gondolera era una característica con la que nunca estuvo de acuerdo, ya que siempre tuvo claro que él era, desde siempre, un hombre. Un sentimiento que se ha hecho realidad convirtiéndolo, como por herencia del primer sobrenombre, en el primer gondolero transgénero de la historia de Italia, y del mundo.

Este gondolero que ya ha llevado a estrellas de cine a bordo de su embarcación por el Gran Canal, es uno de los encuentros personales más buscados este año en la edición cinematográfica, ya que se ha convertido en todo un símbolo para muchos. Se sienten identificados con su historia de vida. No es difícil encontrarlo. Quien quiera una charla con él, solamente tiene que buscarlo surcando los canales de la ciudad italiana mientras se mueve sinuosamente montado en su Pegaso, nombre con que llama a su método de transporte por Venecia.

El responsable de que este gondolero pasara a tener fama internacional por su sexo fue un periódico local que convirtió su historia personal en una historia simbólica, contra el recorte de libertades. Así fue tomado por el pueblo que conoció su nombre y su trabajo al mismo tiempo. En esa época miembros del gobierno declararon que el hecho de ser mujer debería ser excluyente para dedicarse a guiar una góndola. Tal fue el boicot que se generó desde las instituciones públicas, hace ahora 20 años, que en sus varias presentaciones al examen que le capacitaba para ser gondolero, al que llegó a presentarse hasta en ocho ocasiones, suspendía sistemáticamente a pesar de quedar más que corroborada su maestría en el manejo de la góndola.

En el año 2017 el alto tribunal italiano lo capacitó legalmente al fin para poder trabajar de forma legal en los canales. Dos décadas después esa misma historia sigue teniendo un poder significativo. Actualmente, a sus 51 años de edad, trabaja y ofrece sus servicios a todo el que los solicita y gestiona sus perfiles de redes sociales donde una amplia comunidad de todos los lugares del mundo le brinda su apoyo día a día. Hai se ha convertido en un emblema de la ciudad, pero no por ello ha dejado el trabajo por el que tanto luchó. Aún es posible acceder a sus paseos en góndola con una duración de entre 50 y 90 minutos.

Su historia se ha hecho tan reconocida que las estrellas de Hollywood requieren de él para pasear por la ciudad. No solamente ellos. En una ocasión la reina de Bélgica, Fabiola, reclamó su atención para ser subida a la góndola, pero él lo desestimó porque estaba con otros clientes.