Pasarela

La alfombra que no defrauda

  • El Givenchy dorado con flecos de Emma Stone hizo que la actriz de 'La La Land' también venciera en la 'red carpet' de los Oscar

  • Los grandes escotes se imponen en una gala dominada por el brillo

Todos los focos apuntaban a Emma Stone. Era la favorita de la noche y su paso por la alfombra roja no podía defraudar en una gala en la que sabía que se convertiría, sí o sí, en el centro de todas las miradas. Y no lo hizo. Escogió el color dorado, quién sabe si para llamar a la suerte y mimetizarse con la estatuilla, pero lo cierto es que el vestido de Givenchy de Emma Stone fue uno de los más comentados de la noche, y eso que el dorado no es el tono que más favorece al blanco tono de piel de la protagonista de La La Land.

No fue la única protagonista de la alfombra de los Oscar. El vestido blanco de la supermodelo Karlie Kloss fue otro de los más elegantes de este año, un diseño con capa de Stella McCartney que la cuñada de Ivanka Trump supo defender a las mil maravillas aunque trajera a la memoria aquel célebre diseño de Tom Ford que lució en 2012 Gwyneth Paltrow.

El esmoquin más elegante fue el de Ryan Gosling, con chorreras incluidas

Y del blanco al rojo, que fue el tono que escogió Viola Davis en esta ocasión. La actriz recogió la estatuilla con un Armani de seda que dejaba todo el protagonismo a su escote halter y sus hombros. Otra de las que apostó por la firma francesa fue la veterana actriz Isabelle Huppert, que con su vestido plata de escote a la caja y mangas largas demostró que la edad no tiene por qué ir reñida con la elegancia.

Frente al minimalismo de este último diseño, el todo vale de Halle Berry, que también lució un Armani Privé, aunque mucho más enrevesado que el de la actriz francesa, con falda dorada que acababa en plumas y cuerpo de escote asimétrico en el que se cruzaban bandas negras de gasa que colgaban desde la cintura. Un diseño complicado que aún lo puso más difícil con la melena afro que lució para la ocasión. Tampoco estuvo muy favorecida Dakota Johnson. La hija de Melanie Griffith lució un vestido dorado de Gucci que no terminaba de convencer. Como tampoco lo hizo, y no por feo sino por inapropiado en una gala de Oscar, el diseño de Alta Costura de Dior de corte bailarina que escogió Felicity Jones. El de Alicia Vikander, seguramente porque el año pasado dejó el listón muy alto con su vestido amarillo, tampoco convenció esta vez. En esta ocasión se presentó con un vestido de encaje negro y falda de volantes de Louis Vuitton, una pieza que, pese a ser elegante, no terminaba de adaptarse al estilo de Vikander. Como tampoco fue muy lucido el diseño dorado con efecto metalizado de Dior que escogió este año Charlize Theron.

Por el dorado se decantó también Jessica Biel, aunque en su caso sí supo darle un toque diferente, ya que el vestido de Kaufmanfranco estaba hecho a base de pequeñas cadenas doradas. Olivia Culpo y Brie Larson también llamaron la atención. La primera con un diseño en tono plata de falda de flecos y generoso escote que firmaba Marchesa, y la segunda, con un Oscar de la Renta negro que dejaba todo el protagonismo al original maxivolante que partía del centro de su falda y terminaba en una pequeña cola.

Muy esperado fue también el vestido de Meryl Streep después de la polémica que se suscitó días antes de la gala por haber desechado el Chanel que había diseñado para ella Karl Lagerfeld. La veterana actriz confió en Elie Saab, dicen que por la generosa aportación que le hizo la firma en agradecimiento, y se decantó por un vestido con sobrefalda y pantalón en tono azul noche que no le sentaba nada mal.

Entre ellos, el esmoquin más comentado fue el Gucci que escogió Ryan Gosling, con su original camisa de chorreras incluida. También el tres piezas azul marino con solapas negras de Dior que llevó Viggo Mortensen estuvo a la altura de las circunstancias.

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