El cine griego pierde a una de sus principales figuras y la versión más creativa y extrovertida de la cultura griega contemporánea. El director Michael Cacoyannis falleció ayer en Atenas a los 89 años, dejando una filmografía que marcó la historia de su país, con Zorba el Griego y su trilogía de tragedias.

Cacoyannis nació en Limassol (Chipre) en 1921, pero se educó en Gran Bretaña y fue abogado antes de llegar al cine, donde comenzó como actor. Instalado en Atenas en 1952, se orientó hacia la dirección e hizo sus mejores películas entre los 50 y 70. Su largometraje más conocido, Zorba el Griego, con Anthony Quinn como protagonista, muestra una Grecia rural, pobre y austera con costumbres rígidas donde seguía vigente el crimen de honor para las mujeres adúlteras. La acción gira en torno a la contraposición entre un escritor y el personaje de Zorba, desbordante de vitalismo. La banda sonora, cuya melodía es conocida mundialmente, fue compuesta por otro grande, Mikis Theodorakis.

"Era el cineasta que llevó el cine griego a una cierta madurez", valoró Michel Demopoulos, ex director del Festival de Tesalónica. "Jugó un papel determinante en la historia del cine griego", con un primer periodo neorrealista, donde dirigió filmes como el Despertar del domingo (1954) o Stella (1955), que marcaron el comienzo de Melina Mercouri en el cine.

En su segundo periodo, a comienzos de los años 60, renovó completamente el género de la tragedia antigua griega gracias sobre todo a la utilización de decorados naturales, haciendo cine y no teatro filmado. Sus títulos más famosos son Electra (1962), que recibió un premio en Cannes, e Ifigenia (1977). En esta serie, el realizador dio a conocer el gran talento de la actriz Irene Papas. También dirigió a estrellas de Hollywood como Katherine Hepburn y Vanessa Redgrave (Las Troyanas, 1971). Después del fin de la dictadura de los coroneles (1967-74), Cacoyannis dirigió en su isla natal Attila 74, documental musical sobre la dictadura.

Cacoyannis había dejado de filmar hace unos 10 años debido a su salud frágil, pero había consagrado su energía a una fundación dedicada al cine y al teatro en Atenas.