Pasarela

La doble cara de la fama

Ambas nacieron un 9 de agosto aunque de diferentes años pues, mientras Melanie Griffith vino al mundo en 1957, Whitney Houston esperó hasta 1963 para comenzar una vida de la que, tanto una como otra, han conocido sus dos extremos, Y es que, unidas por el éxito profesional, las dos artistas han caído en las redes de las drogas y el alcohol y han visto cómo, poco a poco, el universo que les rodeaba, se perdía. Sin embargo, mientras la mujer de Antonio Banderas ha hecho todo lo que estaba en su mano por salir de ese "pozo sin fondo", la protagonista de El guardaespaldas, no ha reunido la suficiente fuerza de voluntad para abandonar unos hábitos que le están consumiendo a pasos agigantados.

Melanie Griffith

Con una madre como Tippi Hedren, musa de Alfred Hitchcock, Melanie encontró en su propio hogar el destino al que, más tarde, se dedicaría. Así, tras trabajar como modelo, al principio de su trayectoria, su introducción en el cine resultó progresiva con títulos como La noche se mueve, su debut en 1975, o Doble cuerpo, de Brian de Palma. Después llegaron otros como Armas de mujer o De repente, un extraño que la encumbraron a una privilegiada posición para la que, según confesó con posterioridad, no estaba preparada. Casada en dos ocasiones con Don Johnson, junto al que tuvo a su hija Dakota, y con Steven Bauer, padre de Alexander, la rubia intérprete halló la estabilidad al lado del malagueño Antonio Banderas, del que siempre ha reconocido es su auténtica "media naranja". Éste, hace no mucho, salió al paso de determinadas informaciones al respecto reconociendo que su mujer había ingresado en un centro de rehabilitación -por los que había pasado ya anteriormente- y que, tan enamorado como al principio, ella contaba con su incondicional apoyo. Tras más de dos meses recluida, la carismática Melanie abandonó la mencionada clínica y reanudó una actividad familiar a la que, en espera de nuevos papeles que la rescaten para la gran pantalla, se ha consagrado.

Whitney Houston

Una de las más populares voces de los 80, y de los 90, Whitney Houston firmó en 2001, por 100 millones de dólares, el contrato con una discográfica más elevado de la historia. Eso, unido a que, con la banda sonora de la película El guardaespaldas, alcanzó uno de los puestos más importantes en lo que a ventas se refiere, le otorgaron un poder que, sin duda, superó a la que, por otro lado, es hija de Cissy Houston, sobrina de Dionne Warwick, y ahijada de Aretha Franklin. Marcada por su matrimonio con Bobby Brown, al que se une en 1992, Whitney se deja arrastrar por una serie de adicciones que, al final, están terminando con su brillante carrera ya que, con la voz muy afectada por tamaños excesos, la que fuera "Reina de la música pop", no levanta cabeza, ocupando titulares como el que afirma que gasta más de 6.000 dólares a la semana en cocaína. Muy criticada en sus últimos conciertos, el suyo es el triste caso de una estrella que se apaga con poco halagüeños augurios.

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