Popeye fue el ejemplo de toda una generación. “Hay que comer espinacas si quieres ponerte tan fuerte como el marinero de los dibujitos animados”, decían las madres desesperadas porque sus hijos apuraran el plato de acelgas, nada apetecible para los más pequeños de la casa. Y funcionaba, ¡vaya si funcionaba!

Esta misma estrategia es la que ha empleado el gobierno de Estados Unidos para convencer a los adolescentes de que es imprescindible que incluyan un vaso de leche en su dieta. Aunque lo cierto es que este noble objetivo, no era el inicial. El encargo que tenía la agencia de publicidad Goodby Silverstein era reflotar la industria e incrementar las ventas de la leche por toda la nación después de una depresión de 20 años.

Para conseguirlo contaron con la pericia de Annie Leibovitz, una fotógrafa especializada en retratos a los miembros del ‘star system’ norteamericano.

Sólo faltaba el gancho y qué mejor que asomarse a la pequeña pantalla para descubrir a los ídolos de los quinceañeros. El equipo creativo de esta campaña puso toda su imaginación al servicio de esta evidencia e hicieron ‘posar’ a todos los super héroes del cómic bajo el lema Got Milk –Toma leche, que sería su traducción al castellano–. Spiderman, Batman, Hulk y Superman han dejado descansar a sus villanos favoritos por un rato para recuperar fuerzas con el líquido blanco. Ni la criptonita tiene unos resultados tan efectivos.

Una vez que agotaron el filón que escondían los tebeos, se pasaron al vicio más extendido entre los adolescentes del siglo XXI: los videojuegos. Y así fue como Sony y Super Mario adquirieron este hábito tan saludable. Los protagonistas de la saga Star War y los actores de la serie Héroes también se han pasado a la moda del bigote blanco, pero... ¿quién quiere identificarse con el Maestro Yoda cuando puede soñar con tener el cuerpazo del futbolista David Beckham?

En busca de ese último golpe de efecto, los publicistas han escogido a celebridades como Tyra Banks, Andie MacDowell, Britney Spears, Angelina Jolie, Rihanna, Beyonce y las hermanas Olsen para popularizar las bondades de los productos lácteos.