El humorista y colaborador Dani Mateo es afortunado en todos los sentidos. Profesionalmente se acaba de incorporar al equipo liderado por el Gran Wyoming en El Intermedio. Y sentimentalmente, comparte su vida con una de las actrices que más éxito ha cosechado este verano, Elena Ballesteros, protagonista de la serie Punta Escarlata, que el miércoles llegó a su fin tras cosechar excelentes resultados de audiencia. Por eso a lo mejor está tan animado. "Esta mañana no he podido estar mejor, los bollos son exquisitos, el café está también muy bueno y eso es de agradecer en estos tiempos de crisis", contesta alegremente cuando se le pregunta por cómo se encuentra.

El humor es muy importante para el actor, quien dice estar enamorado del Sur y de su gente: "Yo creo que la clave la da ese anuncio de cerveza que dice que todos necesitamos un poco de sur para no perder el norte, yo lo defiendo". Por eso cada vez que puede hace una escapada a estas tierras para poder disfrutar de su clima, su gastronomía y sus gentes, que son "encantadoras y bastante alegres" -confiesa-. Por eso tal vez triunfen tanto los formatos de humor en una época dura como ésta en la que la gente quiere tomarse un respiro, reírse y pasárselo bien.

Desde que se casara en julio de 2010 con Elena Ballesteros, Dani asegura estar de maravilla. En lo primero que se fijó de ella fue en que le miraba mucho. Los jóvenes, que se conocieron durante el rodaje de otra serie, La Familia Mata, han mantenido una relación muy discreta alejada de los flashes. "La verdad es que en lo primero que me fijo es en eso, precisamente, en que me miran. Y luego, procedo a mi técnica de dar lástima y así llamo la atención de las chicas", bromea. Las fans no suelen ligar con él, comenta, "aunque el hecho de que te vayan a hacer una foto y la cámara tarde más de lo normal es sospechoso . Las cámaras digitales no fallan tanto y al final te acabas dando cuenta de que pasa algo". Por lo que se ve, Mateo se toma con humor hasta las entrevistas.