La vida no puede sonreírle más, al menos laboralmente, a este paisano de la localidad onubense de Isla Cristina que, un buen día, decidió probar suerte en el programa de televisión Operación Triunfo, y que, desde entonces, no ha parado de ascender en una carrera donde va dando pasos lentos pero muy seguros. Con actuaciones previstas como la de ayer en Málaga o la de Sevilla, en La Algaba, el viernes de la próxima semana, Manuel Carrasco también viajará en breve a América para, una vez allí, seguir abriendo fronteras a un estilo muy personal y cada vez más maduro.

-Cuéntenos sobre esa próxima aventura allende los mares…

-Bueno, estuve hace cuatro años pero ahora toca un poco más en serio. Iré a América Latina y a Estados Unidos y es algo que he estado esperando y que por fin se cumple pues, gracias a ello, mi música adquirirá una nueva dimensión. Aparte, la primavera-verano se presenta estupenda en cuanto a conciertos.

-Entonces, buen balance de su trayectoria, ¿verdad?

-Sí, claro. Todo ha ido a mejor. Cada álbum es un nuevo comienzo que ha sumado más público que conecta conmigo.

-¿Nunca pensó abandonar?

-No. En ningún instante se me ha pasado por la cabeza tirar la toalla. De hecho, en los malos momentos, me motivo más. Soy muy luchador y ésta es mi vida y por eso me esforzaré siempre.

-En lo que sí ha sido firme es en centrarse en lo suyo lejos de escándalos…

-La verdad es que sí. No me interesan esos asuntos en absoluto ni me dan comodidad. Ni lo he fomentado, ni lo fomentaré. Prefiero centrar mis esfuerzos en mi carrera y abstraerme de todo eso.

-¿Sólo existe la música como opción laboral para Manuel Carrasco?

-Bueno, es lo que más me entusiasma desde luego. La interpretación, por ejemplo, ni me la he planteado puesto que necesita una preparación y yo no la tengo. Sea como sea, tampoco se puede decir 'de este agua, no beberé'.

-¿Es de los artistas que se transforma sobre el escenario?

-Sí, soy bastante de esos. Es diferente la parcela de cantante a la de persona. Me considero bastante tímido y, a pie de calle, suelen darme bastante corte muchas cosas. Luego, actuando, soy otra persona. Existe una fuerza interior que me motiva a que eso suceda.

-Pero de lo suyo, ¿se vive o se sobrevive?

-Se vive. Totalmente. Esto es una diversión plena aunque tenga sus partes angustiosas (por la presión y la responsabilidad).

-Usted se hizo popular a raíz de una experiencia televisiva en la que buscaba cumplir un objetivo que le ilusionaba. ¿Cambió mucho la realidad que encontró a aquella en la que pensaba?

-Ha sido diferente. Como intérprete no creí que llegaría a tanto. La parte dura no la imaginaba, aunque he abierto una puerta de una realidad que, antes, era impensable.

-¿Cuál es su rincón de inspiración?

-El sur. Cuando me pongo a componer, siempre me ha encantado la tranquilidad de mi casa. Es donde más tranquilo me siento, como una retirada en la que me encuentro en paz conmigo mismo. Me ayuda bastante.