El rostro de Sophie Xeon se asomaba desde una enorme pantalla y su voz envolvía de magia la sala del Louvre en el que Louis Vuitton celebró el desfile con el que la Semana de la Moda de París llegó a su fin.
Nicholas Ghesquiére, su director creativo, imprime un nuevo significado a la palabra dandi en una nueva colección en la que mezcla la rebeldía de la Belle Époque con la androginia setentera. No hay nada nuevo en la colección; son las prendas de siempre, las siluetas habituales de Vuitton, pero ahora llevan entre sus costuras un cambio emocional y un giro hacia la sostenibilidad.
En el front row, un cónclave de famosos digno de una pasarela de Hollywood: Jennifer Connelly (vestida de pies a cabeza de Vuitton), Catherine Deneuve, Chloë Grace Moretz, Jessica Biel y Justin Timberlake, entre otros.
Además, la modelo Natalia Vodianova llegó de la mano de su pareja, Antoine Arnault, hijo del magnate más destacado de Francia, Bernard Arnault, propietario de LVMH, bajo cuyas siglas se agrupan firmas como Dior, Givenchy, Céline, Kenzo, Fendi, Marc Jacobs o la española Loewe.
El actor Justin Theroux, ex marido de Jennifer Aniston, estaba en la lista de invitados a esta cita del diseñador que paseó sus propuestas por la pasarela francesa, que estos días presenta las novedades de cara a la primavera – verano de 202
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