Histórico

Pastora Galván: un alto en el camino

  • La bailaora sevillana presenta mañana en el Lope de Vega una antología personal, 'Mírame', donde compendia "lo que he hecho, lo que estoy haciendo y lo que quizás haga en el futuro"

"Ahora me atrevo a todo, pero al principio no era más que una niña y todo me parecía un abismo. Recuerdo por ejemplo los ensayos con mi hermano, lo mal que lo pasé, y lo mal que se lo hice pasar a él, ay, pobre. Llegué a decirle, dos semanas antes del estreno, que yo eso no lo hacía. Y él me dijo que eso se iba a estrenar, así tuviera él que salir al escenario vestido de mujer en mi lugar. Que ya ves, hoy lo pienso y me doy cuenta de que tampoco me estaba pidiendo tanto, pero yo no lo veía tan claro, no lograba entenderlo. Mira, aunque fuera por él, me alegré tanto de haberlo hecho. Y luego ya también por mí, claro...".

Pastora Galván se ríe ahora de toda aquella angustia, que la llevó a sentirse "como alguien que tiene que tirarse por un precipicio", y puede hacerlo a gusto, entre otras cosas, porque aquel espectáculo presentado en la Bienal de 2006 -donde armonizó la pulsión vanguardista de su hermano con su baile enraizado de lleno en la tradición, la trianera de gitanos viejos y corrales donde la gracia fluye y no se estudia- supuso su debut en solitario y, a la vez, su consagración fulminante. Vinieron más tarde otros trabajos -Pastora, Identidades, Moratana- en los que la bailaora fue reafirmando su propio sello, siempre agradecida a Israel Galván. "Amplió mi manera de ser, como persona y como artista. Yo era como un diamante en bruto y él me pulió", dice.

Diez años después de aquel aldabonazo, la bailaora y coreógrafa ha sentido la necesidad de hacer balance, de compendiar "lo que he hecho, lo que estoy haciendo y lo que quizás haga en el futuro", dice. El resultado, de nuevo con la ayuda y la complicidad de su hermano, es Mírame, el espectáculo que presenta en la Bienal. "Estoy en una fase muy tranquila de mi vida, así que era un buen momento para hacer algo así. Además, tenía ganas de montar algo distinto, pero había presentado de manera muy seguida Identidades y Moratana y me pareció, no sé, abusivo, volver con una nueva creación", explica Galván sobre la propuesta con la que se presentará mañana en el Teatro Lope de Vega con las entradas agotadas ya.

Mírame viene a ser una especie de antología personal, un greatest hits que ofrecerá a los espectadores la posibilidad de volver a algunos de los momentos más celebrados de la artista. "La selección la he hecho con la ayuda de mi hermano, sí, porque yo suelo tener las ideas claras pero reconozco que necesito un soporte, y quién mejor que él para eso", explica la sevillana. No faltarán en el espectáculo el número de las viejas de Triana de Pastora -"la gente sigue parándome por la calle para hablarme de eso, marcó una época para mí"-, ni los homenajes que dedicó a sus maestras Milagros Mengíbar, "con su estilo académico", y Loli Flores, "un baile más personal, más tímido", en Identidades. "Pero no quiero contar demasiado. Podemos resumirlo en que quiero poner sobre el escenario la energía que me brota de dentro", advierte Galván, que prefiere guardar alguna sorpresa para sus espectadores.

Una de las novedades será la participación de Angelita Montoya y La Tana, dos cantaoras que figuran junto a Jeromo Segura en el apartado vocal. "Siempre había trabajado con cantaores. Y me pareció bonito hacerlo ahora con mujeres, me apeteció tenerlas alrededor esta vez. Jeromo hará un cante, pero sobre todo cantarán ellas porque la idea era resaltar esa feminidad", explica la artista, que cuenta con Belén Candil para la dirección de escena, con la colaboración ya mencionada de Israel Galván, y con un elenco artístico que completan Juan Requena (guitarra), José Carrasco (percusión), José Manuel Vaquero El Pájaro (acordeón y zanfoña) y Álvaro Ramos (contrabajo).

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