Viene avalado por el escritor, flamencólogo y ex director de la Bienal José Luis Ortiz Nuevo, quien ya había contado con él para sus espectáculos Divino Tesoro y Quién me presta una escalera, generando gran expectación entre críticos y aficionados por su sonoridad jonda. Cuenta para esta ocasión con la colaboración especial del gaditano Javier Ruibal, que refrendará con su apoyo que lo de Diego Villegas no "son bocetas ni propuestas sino realidades contundentes; música en mayúsculas", tal y como escribe en el prólogo de Bajo de Guía, el primer trabajo discográfico que el músico presenta mañana en la Bienal y para el que ha contado también con la colaboración de más de 40 artistas. Jorge Pardo, Laura Vital, Manuel Valencia o Juan Diego Mateos, entre ellos.

Una propuesta que a Villegas le sirve de carta de presentación para, en forma de "autobiografía", revivir y reivindicar sus raíces y vivencias sanluqueñas que aquí toman forma de mirabrás, fandangos, tanguillos, bulerías, tangos o soleares y ofrecen una mirada clara y optimista. "Bajo de guía es el puerto de entrada de la historia de Sanlúcar, ciudad donde he nacido y he crecido como persona y como músico; y es también un homenaje al lugar que me ha hecho ser lo que soy hoy", explica el música al otro lado del teléfono.

De esta forma, el joven artista llega a las 19:00 a la Iglesia de San Luis de los Franceses para llenarla de los vientos de su tierra y de la sal marinera que trata de imprimir en su música. Porque, a pesar del reto que supone debutar en la cita sevillana, y de los inevitables nervios previos que manifiesta, Villegas confía en "las horas de trabajo, la dedicación, la delicadeza, el gusto y el amor" que ha depositado en este trabajo y que ahora podrá mostrar en directo "en un sitio precioso que es perfecto para que la música, el arte y los sentimientos fluyan".

Pero además Villegas, que aunque no oculta su gusto y afición por el jazz, se ha curtido en los tablaos y ha colaborado con artistas como Antonio Fernández Farru, Concha Jareño, María Toledo, Jorge Pardo o Remedios Amaya, llega con el afán de demostrar las posibilidades jondas de sus instrumentos (toca el saxofón, el clarinete, la flauta travesera y la armónica). "No quiero sonar limpio ni perfecto; prefiero ensuciar el sonido o buscar recursos que se alejan de lo que toco pero que tengan la emoción y el pellizco que precisa lo jondo", reconoce el sanluqueño al tiempo que recuerda con orgullo cuando empezó a trabajar con Remedios Amaya porque ésta al oírlo le dijo: "a mí los pitidos no me gustan, pero tú suenas muy flamenco".

En su actuación estará acompañado de su banda compuesta por Pedro Pimentel a la guitarra, Daniel Arjona al bajo eléctrico, Naice Ponce al cante y Carlos Merino a la percusión, además de la colaboración de Ruibal. Todo para que el concierto termine siendo una conversación directa con el público en la que "lo voy a dar todo para que se lo pasen bien", apunta.