Crimen de Laura Luelmo

La profesora murió entre las 12:00 y la medianoche del 13 de diciembre

  • El análisis de las larvas de insectos de Toxicología concluye que Laura perdió la vida un día después de su desaparición en El Campillo

Miembros del ECIO y de la UCO en el paraje de La Mimbrera de El Campillo, poco antes del levantamiento del cadáver de Laura el 17 de diciembre pasado.

Miembros del ECIO y de la UCO en el paraje de La Mimbrera de El Campillo, poco antes del levantamiento del cadáver de Laura el 17 de diciembre pasado. / Alberto Domínguez (El Campillo)

Los insectos permiten establecer la data de la muerte de una persona. Uno de los análisis complementarios a la autopsia preliminar es el examen de las larvas, el llamado estudio entomológico que en el caso de Laura Luelmo ha sido realizado por los expertos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid, al que ha accedido Huelva Información en exclusiva.

Este informe tiene como conclusión que se estima un intervalo postmortem mínimo previo al levantamiento del cadáver de la joven "de entre 90 y 102 horas", al que hay que añadir un intervalo de colonización desconocido "siempre que la muestra remitida fuera completa y representativa y las temperaturas registradas en el lugar donde se encontraba" el cuerpo fueran similares a las de la estación meteorológica de referencia, en este caso la de Valverde del Camino.

El levantamiento del cadáver de Laura Luelmo se llevó a cabo en el paraje campillero de La Mimbrera el lunes 17 de diciembre de 2018, entre las 17:00 –momento en el que los forenses accedieron al lugar donde se encontraba la víctima– y las 18:40, hora a la que se formalizó el acta de esta diligencia, tal y como consta en el atestado de la Guardia Civil.

Si se toma como referencia las 18:00 (por redondear la franja horaria del levantamiento), la horquilla de la data de la muerte quedaría fijada entre las 12:00 del jueves 13 de diciembre y la medianoche de esa misma jornada. Es decir, que el análisis entomológico determina que Laura falleció al día siguiente de su desaparición.

Incrementa el margen de error que la temperatura de referencia sea la de Valverde y no la del lugar del hallazgo

Los profesionales del Instituto Nacional de Toxicología apuntan que "la temperatura es el principal factor para que los insectos desarrollen y completen su ciclo biológico". Normalmente son los dípteros califóridos los primeros que suelen acceder a un cadáver. "La colonización suele ser inmediata si la temperatura es óptima y, sobre todo, si el cadáver presenta heridas abiertas y está expuesto al aire libre", como en este caso, en el que se hallaron como colonizadores primarios "únicamente huevos y larvas del género Calliphora".

La Agencia Estatal de Meteorología facilitó los registros meteorológicos del Observatorio de Valverde del Camino, comprendidos entre los días 12 (jornada de la desaparición) y 17 de diciembre de 2018 (hallazgo del cuerpo). Los valores de las temperaturas medias oscilaron entre los 13,5 y los 9,2 grados, mientras que la temperatura máxima fue de 17,1 grados y la mínima, de 3,8 grados. Por ello Toxicología establece una media del periodo de 10,4 grados.

"El valor medio de los registros de temperatura de los días considerados es favorable para el desarrollo de las larvas de las especies C. vicina y C. vomitoria, halladas en el lugar de los hechos", especies que en estas latitudes predominan en los meses de otoño e invierno.

Los investigadores dejan claro que hay que tener en cuenta "que se desconocen las temperaturas exactas del lugar", que pueden ser distintas a las que se registraron en Valverde del Camino en aquellas jornadas. Y esto, claro está, "puede provocar distorsión". Asimismo, indican que "se desconoce el momento de la colonización del cadáver, el cual no suele suceder durante la noche".

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