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Industria y energía

El cortocircuito del coche eléctrico

Alejandro Martín

El coche eléctrico se queda muy lejos de las expectativas. Durante 2011 las matriculaciones apenas rebasaron la veintena de unidades en toda Andalucía según los datos publicados por Anfac, la patronal que aglutina a los fabricantes de automóviles. Aunque la diferencia porcentual con el año anterior puede llevar a engaño -un incremento interanual superior al 700%-, la fotografía real muestra un mercado con un volumen ínfimo de ventas, y cuatro provincias inéditas -Almería, Cádiz, Jaén y Málaga-. Las escasas operaciones registradas se producen principalmente en el canal de las flotas de empresas, ya que los altos precios, la autonomía inferior a 200 kilómetros y la escasez de puntos de recarga ahuyentan a los posibles clientes particulares. Andalucía no es una excepción en el panorama nacional. Los 250.000 vehículos eléctricos previstos para 2014 por el Plan Movele son más que inalcanzables. Las matriculaciones en 2011 ascendieron a 375, un 443% más que en el ejercicio anterior. Pero su volumen sigue siendo testimonial en el conjunto del mercado automovolístico, que, pese a la fuerte contracción de 2011, comercializó más de 808.000 vehículos. Además, la mayor parte de los vehículos eléctricos fueron comercializados en Madrid. Esta circunstancia se debe principalmente a que los compradores son grandes empresas que destinan los coches verdes a sus flotas. No obstante, el abanico de opciones se va ampliando poco a poco gracias al impulso de algunas de las grandes marcas. Además del vehículo desarrolado al alimón por el grupo PSA -Peugeot y Citroën- y Mitsubishi, en el último trimestre del año se produjo el desembarco de la alianza Renault-Nissan con una agresiva política comercial y una gama que comprende desde pequeños urbanos hasta berlinas familiares.

Los clientes particulares parecen decantarse por los híbridos, que combinan un motor convencional de explosión con el eléctrico, lo que permite soslayar las desventajas técnicas del eléctrico puro. Además, la amplitud de opciones es mucho mayor que en el caso de los eléctricos puros, a pesar del retraso en el desarrollo de los híbridos enchufables, que permitirán recargar las baterías con una toma eléctrica convencional cuando estén estacionados.

Este segmento creció más de un 20% en 2011 con más de 10.000 matriculaciones. Andalucía, una de las primeras regiones en contar con ayudas públicas a la adquisición de híbridos, contabilizó un total de 1.189 operaciones, un 3,1% menos que en 2010. Sevilla y Málaga concentraron la mitad de las operaciones, pero Granada registró el dato más positivo con un incremento  interanual del 9,6%.

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