Clubes deportivos

Coronavirus en Sevilla: denuncian que algunos clubes siguen cobrando cuotas

  • Los socios, como consumidores, pagan por un servicio que no reciben

El club de golf Hato Verde ha suspendido el pago de cuotas

El club de golf Hato Verde ha suspendido el pago de cuotas

Algunos clubes deportivos de Sevilla en los que los socios no son propietarios siguen cobrando las cuotas pese a que está explícitamente prohibido por el Real Decreto Ley del 31 de marzo que acordó diferentes medidas sobre el estado de alarma por coronavirus.

Fuentes jurídicas explican que hay clubes deportivos en los que los socios pagan una cuota pero son también propietarios, mientras que hay otro grupo en el que la propiedad corresponde a una empresa o grupo de accionistas y, en ese caso, el socio tiene la consideración de consumidor.

Algunos clubes de este último grupo han seguido cobrando las cuotas argumentando que son necesarias para el mantenimiento de sus servicios e instalaciones. Pero el Real Decreto Ley 11/20, en su artículo 36, se refiere específicamente a estos “contratos de prestación de servicios de tracto sucesivo”, de los que dice que “la empresa prestadora de servicios se abstendrá de presentar a cobro nuevas mensualidades hasta que el servicio pueda prestarse con normalidad, sin que ello dé lugar a la rescisión del contrato, salvo por la voluntad de ambas partes”. Dentro de este supuesto se encontrarían también los gimnasios, academias de idiomas, de baile o las actividades extraescolares.

Entre los clubes deportivos de Sevilla cuyos socios no son propietarios, son muy pocos los que han suspendido el cobro de cuotas: Es lo que hizo el club de golf Hato Verde de Guillena, que anunció el 25 de marzo a sus asociados que no pasaría las mensualidades durante el tiempo en que estuviese vigente el estado de alarma. Para los que pagan anualmente, les prorrogará la duración de su contrato por  igual plazo a partir de que se levante el estado de alerta.

Se trata de una excepción, ya que el resto de clubes en esa situación han reducido, como mucho, sus cuotas en un 50%.

El abogado José María Ruiz Bobillo explica a este periódico que antes del Real Decreto 11/20 de 31 de marzo, esta situación podría constituir un enriquecimiento injusto, pero ahora podría incluso  entrar dentro del ilícito penal ya que se está cobrando un dinero a los socios, cuando una norma con rango de ley ordena “abstenerse de presentar a cobro nuevas mensualidades”.
Se trata de una “situación abusiva en posición dominante” y un acto de insolidaridad con los asociados a "los que se cobra por un servicio que no se está prestando”, según el letrado.
La explicación de que ese dinero se está empleando en mantener las instalaciones no puede aplicarse porque en ese tipo de prestaciones es una obligación de la propiedad y los socios tienen la consideración de “consumidores que están pagando por un servicio que no reciben”.
En cuanto a las asociaciones donde los socios son también propietarios, se han producido diferentes reacciones destacando la del Club Náutico, que acordó reducir su cuota un 25%.
Su intención -dijo la Dirección el 27 de marzo en una carta a los socios- es no tener que remesar dicho 25% gracias a las “medidas de ahorro y optimización de tesorería adoptadas” y la esperanza de que permitan reabrir las instalaciones una vez concluida la alerta.
 

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