Juicio mujer asesinada en Pilas

La Fiscalía mantiene la petición de cadena perpetua para el acusado de matar e intentar violar a una mujer en Pilas

  • La defensa del acusado pide la libre absolución porque "sólo hay pruebas circunstanciales"

El acusado de matar a una mujer en Pilas, ante el Tribunal

El acusado de matar a una mujer en Pilas, ante el Tribunal / Belén Vargas

La última de las sesiones del juicio con jurado sobre el asesinato y el intento de violación de una mujer de Pilas en 2017 ha concluido con la presentación de los informes finales, a la espera de que el jurado reciba el lunes 8 de abril el objeto del veredicto y comenzar la deliberación. 

La Fiscal ha mantenido la petición de prisión permanente revisable para el acusado, Enrique R. R.. Según el Ministerio Público, las continuas contradicciones en las que ha incurrido a lo largo del proceso hacen que  "la principal prueba de cargo contra el acusado sean sus propias mentiras".  La fiscal ha mantenido como cierto que en la mañana del 13 de marzo de 2017 el acusado, Enrique R. R. se cruzó con Ana M.  en un sendero conocido como Camino de Santillán en Pilas y, colocándole la navaja en el abdómen y "tapándole fuertemente la boca", la introdujo en el interior de un olivar "con intención de agredirla sexualmente" y en el forcejeo el acusado se golpeó la cabeza con la rama de un olivo, donde la policía encontró restos de sangre de Enrique R. R. 

La representante del Ministerio Público instó al Jurado a que tuviera en cuenta las diferentes versiones dadas por el acusado, que en los primeros momentos de la investigación, en calidad de testigo, dijo que había salido a buscar ayuda porque "unos rumanos habían atacado a una mujer, y habían salido huyendo" por un lugar en el que después se demostró que no había pasado ningún vehículo. También recordó que el acusado manifestó en un principio haber dormido en casa, aunque después dijo que se había pasado toda la noche consumiendo droga y bebiendo.

"No existe tal amante"

Respecto a la versión realizada por el acusado según la cual el marido y una supuesta amante eran los verdaderos culpables del asesinato, la fiscal explicó que en fase de instrucción ella misma encargó investigar las relaciones del marido y que concluyeron que "no existe tal amante y el marido de la víctima era una persona extremadamente familiar que sólo iba de la casa al trabajo y con sus hijos y nieto".

Durante su turno de palabra el abogado que ejerce la acusación particular y representa los intereses del marido de la víctima, expresó su "indignación por lo que mis representados han tenido que escuchar durante este juicio y defenderse de las graves acusaciones que se han hecho". 

Asimismo recordó que de los 40 testigos, "sólo uno ha apoyado en parte la versión del acusado, su hermano mayor". La actuación particular destacó "la falta de credibilidad del acusado porque lo que ha hecho es mantener una fabulación". 

La acusación particular, además de los delitos de asesinato e intento de violación, solicita para el acusado el ensañamiento, "porque de las 19 heridas, sólo una es mortal". También señaló que la Guardia Civil sólo encontró ADN del acusado y de la víctima en el olivar donde sucedieron los hechos.

La defensa de las hipótesis

La defensa argumentó su solicitud de libre absolución en que, según los letrados, "las pruebas son circunstanciales". El informe final, que fue realizado por los dos abogados que han llevado a cabo la defensa, se dividió en dos partes. En la primera de las intervenciones, el letrado señaló que las pruebas "aunque circunstanciales, demuestran que tuvo la ocasión de hacerlo" y volvió a incidir en la tesis de la defensa, que apuntaba a la autoría del marido de la víctima. "No tiene coartada de 7:00 a 9:00, dice que estaba en el Charco de la Pava, pero no se ha investigado", expuso.

En la segunda parte de la intervención, realizada por otro de los abogados, relató cómo el encargo de la defensa le llegó a través del turno de oficio y, en un principio, le planteó la posibilidad de pedir de 15 a 20 años de prisión. El letrado no aprecia ni ensañamiento ni intento de agresión sexual. Según él, la desnudez de la víctima y el hallazgo de ADN del acusado en su ropa interior es causa "del forcejeo". Asimismo, recordó el testimonio de uno de los policias presente en la confesión del testigo, que asegura que asumió haber matado a la mujer, pero no la violación. Por otro lado, solicitó las atenuante de confesión y la eximente incompleta de estar bajo los efectos del alcohol y las drogas.

El Ministerio Público pide para el encausado la pena de prisión permanente revisable por el delito de asesinato y nueve años de prisión y diez años de libertad vigilada por el delito de agresión sexual/violación en grado de tentativa. En concepto de responsabilidad civil, solicita que indemnice con un total de 254.880 euros al marido y los dos hijos de la fallecida.

Por su parte, la acusación particular se adhiere a la solicitud de prisión permanente revisable por el cargo de asesinato y pide que se prohiba al acusado, que también es vecino de la víctima, residir en el mismo sitio que la familia de la víctima por un tiempo superior al cumplimiento de la condena, y 12 años por el delito de agresión sexual en grado de tentativa.

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