Triple crimen

El padre apela al “sufrimiento desgarrador” de su hija para pedir la condena permanente

Joaquín Begines, en la Audiencia de Sevilla

Joaquín Begines, en la Audiencia de Sevilla

La abogada de Joaquín Begines, padre de la niña de seis años asesinada en el triple crimen de Dos Hermanas, ha pedido dos condenas de prisión permanente revisable para los tres autores materiales: Ricardo G.H., alias Pollino, su esposa y su padre, que se vieron libres de la máxima pena en la sentencia emitida por la Audiencia de Sevilla.

Su recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha sido el último presentado contra la sentencia emitida el pasado 2 de septiembre, dado que Begines cambió de abogado y dejó al que le había representado a lo largo de todo el proceso desde los crímenes cometidos en septiembre de 2017.

Su nueva abogada, Patricia Catalina, ha presentado un emotivo recurso en el que hace hincapié en el “sufrimiento desgarrador e indescriptible añadido” que padeció la pequeña al presenciar la agresión de que eran objeto su madre embarazada y el novio de ésta, el ciudadano turco Yilmaz Giraz, junto a los golpes que recibió ella misma.

Los tres autores materiales del asesinato fueron condenados a 76 años y medio de cárcel cada uno por tres delitos de asesinato y uno de tenencia ilícita de armas. Según el recurso del padre, actuaron contra la pequeña Lucía Begines “para aumentar su dolor y sufrimiento mediante los actos de tortura previos”. Los miembros del clan del Pollino “actuaron de modo consciente y deliberado, sabiendo que con esa forma de actuar necesariamente aumentaban el sufrimiento de la víctima“.

Lo hicieron “con ensañamiento, de una forma en la que, además de perseguir la muerte de la pequeña, le causaron de forma deliberada y consciente, con actos inmediatamente anteriores, otros males que excedieron de los necesarios para producirle la muerte”.

Catalina recoge finalmente que la pequeña fue enterrada en la fosa séptica aún con vida y “no se nos puede ocurrir ninguna manera más cruel y deplorable que esta para acabar con la vida de una niña”, por lo que el asesinato “requiere la pena más contundente que recoge nuestro ordenamiento jurídico: la prisión permanente”.

Su recurso hace un recorrido por las diferentes condenas de prisión permanente revisable dictadas en España, en especial con víctimas menores de edad, como la emitida en 2017 por la Audiencia de Pontevedra al parricida de Moaña, que mató a sus dos hijas de cuatro y nueve años tras adormecerlas con tranquilizantes, el crimen de Pioz (Guadalajara) o la dictada contra el hombre que arrojó a un bebé por la ventana en Vitoria.

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