Juicio en Sevilla

Acuerdo para retirar la acusación contra Martagón por una estafa piramidal

  • Los acusados usaban su nombre para dar apariencia de seriedad

  • Un único acusado responderá del total de la deuda

El delegado del Sevilla FC Juan Martagón

El delegado del Sevilla FC Juan Martagón

El juicio contra el ex futbolista y delegado del primer equipo del Sevilla Fútbol Club Juan Martagón, acusado de una presunta estafa piramidal, alcanzó este lunes un principio de acuerdo por el que se retirará la acusación contra Martagón y otro socio y los afectados rebajarán su reclamación económica de 600.500 euros a 250.000.

No obstante, el juicio quedó aplazado al 9 de julio, cuando se cerrará definitivamente el pacto si el único procesado ofrece garantías suficientes de pago.

Inicialmente la Fiscalía afirmaba que los acusados utilizaban la condición de ex jugador del Sevilla de Juan Martagón “para dar mayor credibilidad o apariencia de seriedad al negocio”.

Según el principio de acuerdo, todas las partes retirarán la acusación contra Martagón y contra Juan T.C. y la mantendrán solo contra José Adrián R.M. Un cuarto acusado está fugado de la Justicia y, en caso de que sea detenido, se abrirá nuevo juicio contra él.

Los acusados estaban imputados en principio de una presunta estafa piramidal a través de la sociedad Consultoría de Estudios Hipotecarios, con la que ofrecían una remuneración del 20% anual de lo invertido.

El total de afectados son 31 personas que reclaman 600.500 euros, aunque el acuerdo final podría dejar la deuda en 250.000 euros.

El fiscal pedía en principio para cada acusado seis años de cárcel pero, en virtud del principio de acuerdo, lo rebajará a dos años para el principal acusado al aplicar las atenuantes de reparación del daño y dilaciones en la administración de Justicia porque este caso se denunció en 2016.

Según el escrito de acusación, José Adrián R. M., Juan T. C. y Joaquín T. P. crearon en el año 2005 la consultora y durante los años 2005 a 2008 fueron captando clientes como inversores directamente, o cuando intermediaban en operaciones financieras, “solicitaban al cliente que pidiera más dinero de lo estrictamente necesario, y esa diferencia invertirlo en la sociedad y así obtener una remuneración del 20% anual de lo invertido”. 

Prometían abonar mensualmente los intereses y de esa forma les ayudarían a pagar las cuotas de los préstamos o “simplemente obtener un buen beneficio, pues los intereses del mercado eran muy inferiores”, según el escrito de acusación de la Fiscalía.

De esta manera crearon una estructura piramidal, en la que los intereses de los inversores antiguos se abonaban, generalmente en mano y en metálico, con las aportaciones de los nuevos inversores.

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