El juicio al clan del Pollino por el triple crimen de Dos Hermanas, en el que fue asesinada una niña de seis años, puede suspenderse porque uno de los abogados ha informado de que está enfermo y debe guardar “reposo absoluto en cama”.

El comienzo del juicio con jurado está previsto para el 22 de junio y las conclusiones finales de las partes se producirán entre el 6 y el 8 de julio. Fijada inicialmente para el 4 de mayo, la vista se aplazó debido a la alerta sanitaria por coronavirus.

Ahora, el abogado que ejerce la acusación particular en nombre de Joaquín Begines, padre de la menor asesinada, ha presentado un escrito en el que afirma que se encuentra de baja laboral por enfermedad desde el pasado 17 de abril a consecuencia de una infección. Debido a este proceso “se ve obligado a guardar reposo absoluto en cama”, indica a la Audiencia de Sevilla, donde ya se ha procedido a la primera selección de candidatos para el juicio con jurado.

Serán juzgadas siete personas que se enfrentan a elevadas penas de cárcel, incluyendo tres condenas de prisión permanente revisable, por presuntos delitos de asesinato, secuestro, encubrimiento y tenencia ilícita de armas.

Los acusados son Ricardo G.H., alias el Pollino, su padre, su madre y su esposa, dos hombres contratados para secuestrar a las víctimas y la mujer que actuó como intermediaria.

La acusación particular pide para cada uno de los siete procesados tres condenas de prisión permanente revisable por el  asesinato, en septiembre de 2017, del ciudadano turco Yilmaz Giraz, su esposa Sandra Capitán, de 26 años y embarazada de tres meses, y la hija de ésta, una niña de seis años. Además de la prisión permanente, pide para ellos condenas que totalizan 25 años de cárcel por el resto de delitos. La Fiscalía solicita prisión permanente para el Pollino, su esposa, su padre y los dos presuntos secuestradores.

En el juicio está prevista la declaración de numerosos policías que investigaron la desaparición de las tres víctimas y de los peritos que deben certificar, entre otros, la forma en que se produjeron los asesinatos, los disparos que recibió cada una de las víctimas y otros aspectos como si la niña fue arrojada a una fosa séptica aún con vida, dado que en sus pulmones se encontraron restos de los materiales allí depositados.

Entre los testigos admitidos se encuentra  Ensar T., primo del ciudadano turco asesinado Yilmaz Giraz, persona que puso la primera denuncia por la desaparición de las tres víctimas y que fue dando datos a la Policía sobre lo sucedido. También ha sido admitida la declaración del psicólogo que atendió a la familia de los asesinados.

Los crímenes se cometieron, al parecer, por un conflicto entre narcotraficantes, y las víctimas fueron luego enterradas en una fosa séptica y tapadas con hormigón.