Audiencia de Sevilla

Reconoce haber golpeado a un hombre de 85 años para robarle en la zona de Macarena Norte

La Audiencia de Sevilla y los juzgados al frente.

La Audiencia de Sevilla y los juzgados al frente. / juan carlos muñoz

"Si vosotros decís que lo he hecho, será verdad". La acusada de agredir a un hombre de 85 años para robarle en la avenida de los Trabajadores Inmigrantes de Sevilla ha declarado ante el tribunal de la que no recuerda nada de lo ocurrido pero que acepta los hechos que las partes han acordado. Durante su testimonio, la mujer afirmó que ese día había tomado "trankimazin, alcohol y droga porque quería morir" y "perdió el norte".

La acusada, que afirmó sentirse "muy arrepentida por lo sucedido", reconoció haber cometido anteriormente robos, "pero no he intentado matar nunca a nadie".  

Después de la declaración de la testigo, la fiscal ha modificado sus conclusiones provisionales, retirando la imputación de homicidio en grado de tentativa al considerar que el medio utilizado -unas tijeras romas- no entraña "intención de causar muerte". De este modo, la fiscal ha mantenido los cargos por robo con violencia en grado de tentativa y lesiones, por los que solicitaba tres años por cada uno.

De este modo, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha dejado visto para sentencia este proceso.

La víctima, un hombre de 85 años, estaba tranquilamente en la puerta de su casa, en la zona del Polígono Norte el 18 de febrero de 2020 por la mañana cuando, de repente Tamara B. R., de 37 años se le acercó para ofrecerle favores sexuales. Como él se negó, ella le pidió 10 euros y el anciano se giró con intención de entrar en su casa. Según el Ministerio Público, la acusada, "molesta por no haber logrado sus propósitos", rodeó por detrás el cuello al anciano "al tiempo que con una tijera pequeña de punta roma le lanzaba un violento golpe dirigido a al pecho y cuello", pero el hombre interpuso el brazo para protegerse. 

Entonces, según el relato de la Fiscalía, Tamara "propinó un violento empujón" al hombre, que cayo al suelo. Ella, encima de él, "le exigía que le entregara la cartera mientras repetidamente le asestaba golpes con la tijera por la parte inferior del tronco", sobre todo en los muslos, "e intentaba meter sus manos en los bolsillos" del pantalón para quitarle lo que llevara.

La intervención de un vecino hizo que la mujer saliera huyendo.

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