Matricidio de Alcalá de Guadaíra

El asesino de su madre: "Me considero culpable, señoría"

El asesino de su madre en el banquillo de los acusados

El asesino de su madre en el banquillo de los acusados / Juan Carlos Muñoz

"Me considero culpable, señoría". Las útlimas palabras de Henry W. V., acusado de matar a su madre en noviembre de 2018 en Alcalá de Guadaíra han sido rotundas. El joven, que ahora tiene 21 años y que entonces tenía 19, ha permanecido cabizbajo durante todas las sesiones de la vista oral.  A partir del jueves, cuando el magistrado presidente, José Antonio Calle Peña entregue el objeto del veredicto, serán los miembros del jurado quienes tengan que deliberar sobre unos hechos calificados como asesinato tanto por el fiscal como por la abogada de la defensa. Ambos han solicitado una pena de prisión de 11 años para el matricida.

De este modo, el ministerio público ha rebajado en un grado su petición de condena variando la petición de cárcel de 22 a 11 años. Por su parte, la abogada de Henry W. V. ha cambiado la calificación de homicidio a asesinato, sumándose a la petición de cárcel solicitada por el fiscal. Ambos han justificado esta variación por las declaraciones relizadas en esta misma sesión por los psiquiatras forenses y la psicóloga que está tratando al acusado en la prisión. Según estos peritos, Henry W. V. "presentaba limitaciones importantes de sus facultades cognitivas y volutivas".

Según la psicóloga, el acusado, que ha reconocido en todo momento que mató a su madre, "presenta un trastorno disociativo". Asimismo, los psiquitatras forenses declararon ante el tribunal que el acusado tenía "síntomas psicóticos en relacion con los hechos. Es decir, vivió esos momentos con el juicio de realidad alterado porque no reconoce a su madre como tal, sino como a alguien que le ataca y él se defiende. La percibe como algo amenazante. Él sabe que le está golpeando y se está defendiendo. Sabe dónde está, orientarse y que está agrendiendo porque se está defendiendo".

Un golpe sobre otro

Durante la sesión también testificó el forense que estableció la causa de la muerte como un mecamismo mixto de traumatismo craneoencefálico grave y hemorragia aguda. El médico destacó además la gran cantidad de golpes en la cabeza de la víctima y explicó que estaban "unos encima de otros".

A preguntas del fiscal sobre si la mujer hubiera sobrevivido en caso de que hubiera recibido asistencia médica, el forense afirmó quea pesar de la enorme cantidad de sangre que había en la escena, casi dos litros, se habría podido salvar, pero los fuertes golpes recibidos en la cabeza le hacían dudar de esta posibilidad de supervivencia. "Los golpes fueron mortales de necesidad".

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