Francisco Gutiérrez, negociador con el Gobierno

Las nuevas retribuciones de jueces son “mano de obra barata”

  • El magistrado sevillano cree que “se prostituye la profesión”

  • “Con 7 millones de euros en productividad se van a ahorrar 40 millones en crear plazas de jueces”

Concentración en Sevilla durante la última huelga de jueces y fiscales

Concentración en Sevilla durante la última huelga de jueces y fiscales

El magistrado sevillano Francisco Gutiérrez López, integrante de la Mesa de Retribuciones que ha negociado con el Gobierno, cree que el Reglamento de retribuciones variables por objetivos publicado este martes en el BOE supone fomentar una “mano de obra barata” y “prostituir la profesión”.

Gutiérrez, en declaraciones a este periódico, califica de “disparate” algunas de las disposiciones contenidas en el Reglamento de retribuciones como las horas de dedicación fijas asignadas a las distintas jurisdicciones en las Audiencias Provinciales y Tribunales Superiores. Explica que se equipara lo penal, civil, social y contencioso-administrativo pese a que solo las salas penales de las Audiencias celebran vistas con carácter habitual.

Por ello, va a recomendar a su asociación profesional, el Foro Judicial Independiente, que lo recurra ante la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, aunque es previsible que las otras tres asociaciones judiciales aprueben el modelo.

Según el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ),  el Reglamento regula las retribuciones variables de la carrera judicial estableciendo un sistema de determinación de los objetivos de rendimiento en cada destino que tiene en cuenta el tipo de materia, procedimiento y tiempo medio de dedicación. Cada tipo de resolución tiene un baremo preciso en el que, por ejemplo, una sentencia de conformidad en un juzgado penal significa una hora de trabajo, una sentencia sin conformidad en delitos de homicidio imprudente siete horas, un delito contra el honor siete horas y 15 minutos o un delito contra la Hacienda Pública nueve horas y 15 minutos.

Francisco Gutiérrez  rechaza el sistema porque “en las jurisdicciones con más atasco han puntuado menos la actividad para que no se pueda cobrar la productividad más que haciendo un número de resoluciones extraordinariamente elevado”, como ocurre en las secciones penales de las Audiencias.

“Por cada cinco jueces que superen su productividad se van a ahorrar uno”, lo que equivale a que “con 7 millones de euros que van a pagar en retribuciones variables se van a ahorrar unos 40 millones no creando las plazas de jueces que se necesitan”, afirma el magistrado.

Explica que en la profesión de juez pasa como con los cirujanos y camioneros: “no se les puede pedir un sobre esfuerzo trabajando horas de más. Ellos tal vez puedan hacerlo, pero a costa de poner en peligro la seguridad de los demás”.

A su juicio, “se pretende resolver el problema de la sobrecarga de los juzgados pagando a través de productividad lo que se debería cobrar por la función que se hace”. “Eso es fomentar la mano de obra barata”.

Y explica que eso mismo pasó en 2004, cuando “muchos jueces se dedicaron a poner sentencias y darles preferencia sobre su ejecución, que no estaba remunerada”. Fue una época de errores judiciales como el caso de la pequeña onubense Mari Luz, cuyo asesino estaba libre pese a la condena firme de prisión que pesaba sobre él.

Gutiérrez recuerda que la normativa internacional y el Consejo de Europa rechazan el pago de productividad a los jueces. “Es un sistema ajeno a la profesión, significa prostituirla”, critica el magistrado.

Según sus cálculos, el actual modelo significa unos ingresos anuales adicionales de entre 1.100 y 1.500 euros para los jueces que cobren productividad. Con el nuevo sistema, pasarán a cobrar entre 3.000 y 4.000 euros adicionales al año.

Los miembros de la Carrera Judicial tienen establecida una jornada de 1.650 horas anuales y solo percibirán productividad si la superan en el 20%, lo que equivale a 1.980 horas.

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