El juzgado de Guardia de Sevilla decidió la noche del pasado viernes dejar en libertad a once miembros del clan de los Pesca, que habían sido detenidos el jueves anterior durante el desmantelamiento de tres puntos de venta de drogas en la zona conocida como ‘Las Vegas’ de las Tres Mil Viviendas, donde los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional intervinieron 511 plantas de marihuana, así como pequeñas cantidades de cocaína.

Los once miembros de este conocido clan fueron arrestados en una operación que se desarrolló el pasado jueves y pasaron a disposición judicial al día siguiente, el viernes, cuando se acordó la puesta en libertad de todos los detenidos. La Policía había arrestado a una persona más que, sin embargo, fue puesta en libertad con anterioridad por los propios investigadores policiales.

La investigación se inició hace tres meses a raíz, según la Policía, de las numerosas quejas vecinales en la barriada de las Tres Mil Viviendas por la supuesta impunidad con la que actuaba el clan de Los Pesca, que presuntamente se dedicaba al tráfico de estupefacientes en el bloque número 1 de la calle Edipo Rey de ‘Las Vegas’.

Una de las plantaciones ‘indoor’ de marihuana desmanteladas en esta operación.

Según los vecinos, a diario se producía un “espectáculo lamentable” cuando tenían que llevar a los niños al colegio público Carlos Altolaguirre y tenían que ver el trapicheo con drogas desde estos puntos de venta de estupefacientes.

Fruto de la investigación, la Udyco practicó nueve actas de aprehensión de cocaína y heroína, y durante los registros fueron intervenidas 511 plantas de marihuana en varios cultivos indoor que habían establecido en los domicilios, unos 17 gramos de cocaína, así como dinero en efectivo, armas de fuego simuladas, defensas extensibles, y grilletes.

En un informe remitido al juzgado, la Policía detalla que el clan de los Pesca es un grupo criminal que está liderado por Matilde S. G., alias La Mati, y en el que colaboran sus tres hijos en los diferentes puntos de venta de estupefacientes desmantelados en los pisos de la calle Edipo Rey. En total, la Policía ha investigado cinco inmuebles que carecen de contador de suministro eléctrico.

En cuanto al modus operandi empleado por el clan, que disponía además de una red de “aguadores” para dar aviso en caso de detectar la presencia policial, los investigadores señalan que cuando alguno de los tres hermanos abandonaba el punto de venta, éste se desactiva, apagándose la luz interior, y cuando regresaban se activaba nuevamente, procediendo en el primer caso los aguadores a redirigir a los compradores a algunos de los otros dos puntos de venta del mismo bloque.

Esto se debía a que los tres puntos no estaban activos a la vez, sino que alternaban los horarios de venta de drogas, lo que para la Policía significaba que estaban coordinados entre sí.

Los investigadores destacan en el informe remitido a la Policía que de la cantidad de armas blancas de grandes dimensiones intervenida, las armas de fuego simuladas y las defensas extensibles, se desprende la violencia que podía llegar a ejercer este clan familiar dedicado al tráfico de dogas y el "respeto" que tenían de los otros grupos criminales que se dedican al tráfico de drogas en la barriada de las Tres Mil Viviendas, según la Udyco.