Carencias en el nuevo juzgado

Fenómenos 'paranormales' en el juzgado-caracola

  • El suelo se mueve y las mesas tiemblan 

  • Los funcionarios no tienen armarios para guardar los expedientes

Un funcionario entra en el nuevo juzgado de Sanlúcar

Un funcionario entra en el nuevo juzgado de Sanlúcar

El nuevo juzgado de Sanlúcar la Mayor lleva tres días funcionando y ya empieza a sufrir las carencias con las que ha sido inaugurado: no tiene armarios para guardar las diligencias y cada vez que entra alguien en las caracolas que le sirven de sede el suelo se mueve y las mesas y paredes tiemblan.

El juzgado está instalado en unas caracolas colocadas en el patio trasero de los actuales juzgados y todavía huele a pintura y a cerrado, afirma Manuel Colorado, coordinador del Colegio de Abogados en ese partido judicial. No tiene armarios y los funcionarios empezarán en breve a colocar los expedientes por el suelo. Cada vez que entra alguien en el juzgado-caracola, el suelo de madera se mueve y todo tiembla. 

Estas nuevas instalaciones del juzgado número 5 se inauguraron el pasado viernes y ese mismo día el Colegio de Abogados de Sevilla y la Asociación de Fiscales denunciaron sus condiciones “indignas, inadmisibles y tercermundistas” pues las caracolas están en un patio de hormigón lleno de agujeros y charcos. 

Los fiscales criticaron que la sede atenta contra la “dignidad de la función judicial” y contra la “Justicia de calidad que merece el ciudadano”.

La consejera de Justicia, Rosa Aguilar, llamó por teléfono al decano del Colegio de Abogados, José Joaquín Gallardo, para explicar los problemas surgidos y lo mismo hizo el director general de Infraestructuras, Eduardo Tamarit, con el el coordinador local del Colegio de Abogados, Manuel Colorado.

Este último afirma a este periódico que la responsabilidad de lo sucedido es de la Junta de Andalucía por su “imprevisión” pues desde hace trece meses se sabía que el juzgado número 5 de Sanlúcar debía entrar en funcionamiento el 30 de noviembre de 2018 y empezar a recibir asuntos ese mismo día. 

El problema, según le han informado los responsables de la Consejería de Justicia, es que las obras en el edificio que va a albergar el nuevo juzgado se retrasaron de forma considerable debido a la baja laboral de la interventora que debía autorizarlas. En consecuencia, los trabajos no empezaron hasta finales de octubre.

La actual previsión es que la obra se entregue en marzo y la Junta afirma que intentará anticiparla a mediados de febrero, aunque la interinidad en el Gobierno andaluz tras las elecciones podría retrasar los planes.

Tamarit ha asegurado a los abogados que habló con la juez titular y con los funcionarios y optaron como “mal menor” por colocar unas caracolas en el patio trasero de la actual sede judicial, un patio que hasta ahora se usaba como aparcamiento de coches. La alternativa era ubicar el nuevo juzgado en el archivo judicial, un cuarto lleno de humedades y sin ventilación, por lo que fue descartado.

El despacho de la nueva juez se instaló en unas dependencias hasta entonces asignadas al Colegio de Abogados, lo que obliga a los letrados a despachar ahora con sus clientes en el pasillo. El despacho del secretario judicial, por su parte, se ha ubicado en una sala hasta entonces utilizada por los mediadores.

El decano del Colegio de Abogados, José Joaquín Gallardo, trasladó a la Junta de Andalucía su "malestar por la concatenación de circunstancias que han motivado esta situación, que aún siendo transitoria resulta indigna para el servicio público de la Justicia”. Recordó que los juzgados de Sanlúcar son “un punto negro en el mapa judicial de la provincia de Sevilla” por el atasco que sufren.

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