Entrevistas

Fernando Salmerón: "El futbolista debe distinguir entre la persona que dirige su carrera y su asesor financiero"

  • Un correcto asesoramiento es fundamental para que futbolistas y artistas no se encuentren en la ruina al final de su carrera profesional

El abogado Fernando Salmerón habla sobre el asesoramiento legal a deportistas y artistas.

Aunque es el último que ha salido a la palestra, la denuncia del  futbolista bético Joaquín  Sánchez a su antiguo administrador por apropiarse de 1,3 millones no es algo raro entre los deportistas y artistas. En la mayoría de los casos, se trata de una mala gestión de las personas en quienes los deportistas confían las inversiones de sus ganancias. 

Según el abogado Fernando Salmerón, "el deportista o el artista, porque suele pasar en cualquier tipo de profesión encaminada al espectáculo, debe saber distinguir entre la persona que dirige la carrera profesional, a nivel deportivo o artística y la que asesora financiera o económicamente para que el dinero conseguido se invierta en algo que traiga beneficios". 

Fernando Salmerón, en su despacho Fernando Salmerón, en su despacho

Fernando Salmerón, en su despacho / José Ángel García

Salmerón, que reconoce la importante labor que realiza el representante a la hora de lanzar y encauzar la carrera deportiva de, por ejemplo, un futbolista, explica que "hay veces que por razones de confianza excesiva, se entremezclan el tema personal y deportivo con las cuestiones económicas". De este modo, el abogado explica que hay veces que el futbolista constituye una sociedad de imagen para explotar estos derechos, y el propio representante es el administrador de la empresa. "Esto no es irregular, pero esa confianza una vez que traspasa lo meramente deportivo, puede ser que haya cuestiones para las que esté preparado, salvo que tenga un equipo técnico muy cualificado, que también los hay", reconoce Salmerón.

Otro caso es cuando los representantes de los futbolistas son sus representantes, que también se da el caso. "Aquí se produce un conflicto en el que el propio deportista debe saber muy bien distinguir entre quien te asesora legalmente y quién deportivamente", explica Salmerón.

 Esto no quiere decir que las relaciones entre representantes y representados tengan que ser siempre malas. Fernando Salmerón explica que entre sus clientes cuenta con numerosos ejemplos de ello. Ahora bien, "hay que tener en cuenta que los casos más llamativos siempre son por litigios", explica.

El conflicto suele surgir cuando intereses del representante, "encaminados al desarrollo de la carrera del deportista" y los del representado, "no sólo por su carrera deportiva, sino también a realizar una serie de inversiones que le permitan vivir bien". Esto hace que al Bufete Salmerón lleguen inversiones de deportistas "mal asesorados por su entorno y hay que intentar dar una solución jurídica y económica a esas malas inversiones que se produjeron en su día". De hecho, la experiencia del despacho es principalmente con casos de futbolistas.

El problema aparece, según Salmerón, cuando el futbolista tiene unos ingresos considerables y se pregunta qué hacer con ese dinero. "El propio deportista, que suelen ser de un entorno de preparación limitada. En muchos casos son los propios padres los que intentan asesorar. Tienen mucho dinero, no saben cómo emplearlo y es cuando terceras personas de su entorno le aconsejan determinadas inversiones. Aquí ha llegado de todo, compra de viviendas sobre plano que nunca llegaron a construirse. De estos hemos llevado muchos casos en el despacho, también la inversión en productos financieros de alto riesgo, etc.". 

En plena polémica de la posible quiebra de las cajas, "he tenido un caso de un cliente al que le aconsejaron ingresar en una cuenta corriente un millón de euros porque el asesor tenía intereses con ese banco", ejemplifica.

Salmerón asegura que uno de los trabajos del bufete es "repasar los contratos que suele firmar el representante con el futbolsita para ver que todo es correcto". Aquí también ha habido casos en los que el futbolista puede romper el contrato, a pesar de que esté en vigor porque aquí lo importante es la "ruptura de confianza".

Muy habitual es también el caso del futbolista que está con un representante y se va con otro. "Se encuentran con dos, el que ha sido dejado y el nuevo, y además una demanda del primero. Esto siempre llega a un pleito". Esto es muy normal en el mundo del fútbol. 

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