opinión

Coronavirus: Ahora más que nunca

  • La autora reflexiona sobre la importancia de la "mediación" en los tiempos del coronavirus

La abogada Miriam Sepúlveda.

La abogada Miriam Sepúlveda.

Nos encontramos ante una situación excepcional con motivo del coronavirus. Muchos dando clases a nuestros hijos, otros leyendo lo que no teníamos tiempo de leer y, otros tantos, teletrabajando desde casa. Sin embargo, los conflictos que podamos tener no han desaparecido. Por eso es el momento para afrontarlos de otra manera que quizás no nos habíamos planteado.

En China, tras el inicio del coronavirus, una gran cantidad de parejas en la ciudad de Xi’an se han divorciado, siendo este un número récord de solicitudes en las últimas semanas según el diario del partido Comunista chino, Global Times. Aunque se trata de una cultura diferente a la nuestra, esto nos da pautas para dilucidar que en España, muy probablemente ocurrirá lo mismo.

La paralización de la mayoría de los procedimientos judiciales en prácticamente todos los países y la imposibilidad actual de presentar nuevas demandas judiciales, va a ocasionar verdaderas dificultades en la Administración de Justicia a la hora de gestionar de manera eficaz los conflictos existentes y los que ya están surgiendo. Ese es el motivo por el que la “Mediación”, como mecanismo alternativo a los procesos judiciales para la resolución de conflictos, va a jugar un papel fundamental hoy en día.

La Mediación en sí existe desde el origen mismo del hombre, ya que es tan antigua como lo es el conflicto. Este es intrínseco al ser humano y a los principios que lo integran; pero hoy día se ha profesionalizado y no es más que una adaptación actualizada de los medios que ya existían en otras culturas, en otras épocas. En África, por ejemplo, era costumbre reunir una Asamblea vecinal para la resolución de conflictos interpersonales, con la ayuda de una persona con autoridad sobre los contendientes.

En los EEUU, pionera en Mediación, es una práctica habitual a la que recurren cada vez más empresas y particulares. Hace años que se forman en cientos de escuelas del país, profesionales capaces de dar servicio de calidad a esta demanda creciente. La Ley 5/2012, de 6 de Julio de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles, ha dado lugar a la incorporación definitiva de la Mediación en España y se está potenciando cada vez más, desde organizaciones y colegios de abogados, su uso y profesionalización.

En un conflicto las partes suelen tener un solo prisma para ver las cosas y se les hace imposible comprender la visión de la otra parte; incluso el inconsciente nos puede llevar a no valorarla. Un Mediador ajeno al conflicto puede aportar a las partes esa otra visión externa, no encallada, y crear un nuevo prisma para ambas partes que haga posible la resolución del conflicto.

Hoy día la efectividad de la Mediación depende, en buena parte, del campo en el que se aplique, teniendo buenos resultados sobre todo en aquellos conflictos que más afectan emocionalmente, como los familiares, hereditarios o los relacionados con empresas familiares o socios de una misma empresa, en los que el coste emocional de un procedimiento judicial deja un sinsabor amargo entre las partes al encontrarnos posturas casi siempre irreconciliables. La solución de un acuerdo, bien sea a través de la mediación o de la negociación, es altamente recomendable dado que normalmente hay buena voluntad de fondo en estos casos, además de poder resolver de esta forma toda clase de disputas por contratos, arrendamientos, reclamaciones de consumo, bancarias, etc.

La propia Ley de Mediación, en su art. 24, establece que pueda llevarse a cabo por medios electrónicos. Se incluyen videoconferencias o Skype, pero también mail, teléfono y cualquier otro medio de comunicación no presencial. Un simple whatsapp puede servir para cerrar un acuerdo en Mediación, como ya ha ocurrido en la práctica; por lo que en momentos de confinamiento como los que estamos viviendo, la Mediación nos puede ayudar.

En consecuencia, las nuevas tecnologías aplicadas a la Mediación permitirán que esta: se imparta de manera más flexible, sea más eficiente, que no se paralicen los asuntos ante el estado de alarma, que se resuelvan por expertos en la materia y, lo más importante, facilitará que las partes puedan llegar a acuerdos donde las dos ganen (win to win), ahorrando grandes costes como consecuencia de los procesos judiciales (tanto económicos como de tiempo) y reduciendo el estrés de las personas enfrentadas por un conflicto.

Ahora más que nunca debemos plantearnos la Mediación no como una alternativa sino como una "oportunidad" para reflexionar, hablar, dialogar y, por qué no, alcanzar soluciones creativas.

Miriam Sepúlveda Trueba

Responsable del Área de Mediación de ONTIER en Andalucía

Tags

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios